Pide Guelatao apoyo a AMLO para respetar acuerdo territorial de 1972 y evitar conflicto con Ixtlán

De acuerdo con el documento, el conflicto agrario entre ambas poblaciones persiste desde la época colonial, y ha sido influida por la hegemonía política y religiosa

Foto: Tomada de Facebook
Municipios 02/09/2020 13:25 Juan Carlos Zavala Oaxaca Actualizada 13:25

Las autoridades agrarias y municipales de San Pablo Guelatao (Guelatao de Juárez), en la Sierra Norte de Oaxaca, exigieron a dirigentes del gobierno federal y estatal el respeto absoluto a la Resolución Presidencial y Carpeta Básica que recibieron en 1972, en la cual se establece su extensión territorial.

En una carta dirigida al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, así también al mandatario estatal Alejandro Murat Hinojosa, entre otras autoridades de gobierno, demandaron que también se revoquen las disposiciones administrativas realizadas a través del Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede), entre las comunidades de San Pablo Guelatao e Ixtlán de Juárez.

De acuerdo con el documento de San Pablo Guelatao, el conflicto agrario entre ambas poblaciones (Guelatao e Ixtlán) persiste desde la época colonial, y ha sido influida por la hegemonía política y religiosa que ha tenido la cabecera distrital de Ixtlán, así como por el despotismo con que la ha hecho valer.

Durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, explicaron, en 1972 se le entregó a San Pablo Guelatao una resolución presidencial y una carpeta básica de bienes comunales, para uso y cuidado comunal de sus tierras.

Mientras que Ixtlán de Juárez consiguió hasta el año 1983 su carpeta básica, debido a conflictos e indefinición de límites con sus agencias municipales y poblaciones vecinas. 

Sin embargo, a través del Procede, en 1990 el gobierno federal elaboró un nuevo mapa de los terrenos de ambas comunidades. “Con esta acción se lesionó el territorio de Guelatao”, porque pasó por alto la resolución presidencial de 1972.

Según sus autoridades agrarias y municipales, esto permitió que habitantes de Ixtlán invadieran “de manera ilegal e ilegítima las tierras de Guelatao, lo que además generó al mismo tiempo un clima que no ha permitido un diálogo respetuoso (entre ambas comunidades)”, señalaron.

Guelatao, por su situación geográfica, recibe agua potable y de riego que nace en montañas de Ixtlán, por lo cual se generó otro conflicto, explicaron: su dependencia al agua los obliga a enfrentar cotidianamente una actitud prepotente de los habitantes de Ixtlán.

A esto se añade la contaminación de las aguas de los arroyos shoo-betoo y shoo- begu, que acusan ha sido con aguas negras de Ixtlán, que escurren hacia Guelatao y dañan directamente la salud de la comunidad. Asimismo, el “centralismo administrativo estatal, financiero, comercial, de atención sanitaria, hacen que las relaciones entre Ixtlán y Guelatao, sean verdaderamente asimétricas, en perjuicio de Guelatao”, denunciaron.

En el documento dirigido al Ejecutivo federal reclamaron que se respeten los terrenos enclavados de los comuneros del núcleo agrario de San Pablo Guelatao, como se establece en la resolución presidencial de 1972.

La carta también solicita a los autoridades y habitantes de Ixtlán que tomen conciencia de la extensión del terreno con que cuentan, y que por ello no necesitan invadir sus terrenos que están reconocidos por el gobierno federal.

“La ubicación geográfica y el desarrollo de la comunidad de Ixtlán está dañando directamente a Guelatao, por lo que solicitamos que la planeación del desarrollo y progreso de Ixtlán tome en cuenta la adversidad geográfica de Guelatao, quienes que de manera honesta practicamos una manera política de respeto y de buena vecindad hacia Ixtlán”, finalizaron.

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