El modelo de la unidad va más allá de los 20 años de antigüedad; la tapa del cofre ya no encaja, mientras el óxido de las láminas escurre sobre el blanco de la carcasa, pero aún así el camión urbano fue aprobado por la Secretaría de Movilidad (Semovi) para que cobre la nueva tarifa de ocho pesos.
La apariencia de la unidad, más el rechinar de toda su estructura al frenar demandan salir de circulación. La imagen del camión urbano no ayuda, por dentro las conexiones de la iluminación están sueltas y el maletero sobre los asientos da cuenta de lo antigua de la unidad.
Confiada en la imagen, una mujer cargada de bolsas del mandado sube presurosa, paga siete pesos para de inmediato buscar asiento, mientras que el chofer sorprendido, pero sin reclamos, acepta el pago.
En el interior, al frente, en lo alto del parabrisas, el camión marcado con el número económico E-233, de Servicios de Pasajeros Urbanos y Suburbanos de Tuxtepec Las Limas Inf. B. Juárez y A.M.F.B S.A de C.V presume de su tarjetón entregado por Semovi sobre la autorización de tarifa en ocho pesos.
Este autobús es uno de los poco más de 300 unidades a los que la Secretaría de Movilidad realizó un diagnóstico físico y mecánico para determinar cuántos urbanos eran aptos para aumentar el costo de sus servicios. De los que finalmente aprobó 99 unidades, por supuestamente cumplir con las especificaciones.
La Semovi presumió en Tuxtepec realizar un análisis estricto en coordinación con los concesionarios, quienes desde hace más de un año solicitaban un aumento en el precio del pasaje, el cual estimaban que fuera de hasta 10 pesos.
La nueva tarifa entró en vigor el pasado 24 de septiembre y aunque grupos de la sociedad civil se opusieron en el deseo de los transportistas al considerar unidades y servicios inapropiados para un aumento, hasta ahora no han vuelto a manifestarse por la aplicación del precio.
