También se pronunciaron por la defensa de la enseñanza de las tecnologías en las escuelas secundarias técnicas, “impulsar la impartición de las tecnologías en las escuelas a partir de la recuperación de los saberes tradicionales y desde las necesidades de nuestros pueblos”.
Asimismo, transformar la educación tradicional individualista y alejada de los pueblos, por una educación de trabajo colectivo, basada en proyectos, y acompañada de actualización y profesionalización permanente para garantizar que sea integral, científica y democrática.
La implementación del nuevo modelo educativo en el ciclo escolar 2018-2019, según el análisis, dejará sin trabajo a por lo menos 200 profesores de tecnologías tan sólo en 48 escuelas de la región del Istmo, además de que cerrar los talleres de tecnología contraviene lo que el propio modelo educativo señala, que se deben garantizar de manera plena los derechos laborales de los docentes de estas materias.
Se vislumbra que las clases de electrónica, computación, estructuras metálicas, diseño, corte y confección, agricultura, pecuarias, apicultura, industrialización de alimentos, serán sustituidas por danza, ajedrez, karate, capoeira, y otras más.