“Para nosotros es un crimen cultural porque vimos máquinas preparadas para tumbar lo que se ocurriera, y entonces había viviendas que por su proceso histórico eran relevantes, pero fueron arrasadas”, apuntó.
Y el patrimonio cultural que se puso en riesgo o está en riesgo es la arquitectura vernácula de esa zona del estado, la cual es parte de un proceso de cientos de años en que los pueblos logran a partir de su conocimiento y necesidades de hábitat un tipo de construcción de vivienda.
“La arquitectura vernácula tiene una función, que se da a través de la experiencia, de los sistemas constructivos de la gente que lo habita”, explicó Santiago León, “cuando la obra ya no tiene sustento hay que tirarla, pero que se está ofreciendo de regreso. Prácticamente vamos a desaparecer Juchitán y vamos a hacer otro nuevo con materiales que no son de la región.
“Una arquitectura que pierde esa sensibilidad que distingue al Istmo de Tehuantepec, su arquitectura, su tipo de vivienda, su forma interior de vivienda”.
El catedrático también criticó el que el gobierno no haya tomado en cuenta las opiniones o ayuda de las universidades del estado, tanto públicas como privadas, así como la participación de los colegios de arquitectos, no sólo para solucionar la contingencia y falta de viviendas de miles de personas afectadas, sino también para rescatar la identidad arquitectónica de la región.
Algunas empresas constructoras convocadas por el gobierno, dijo, están ofreciendo viviendas que no tienen las características que reflejan la identidad del Istmo de Tehuantepec; entre ellas, por ejemplo, la altura de la vivienda y los materiales de adobe y teja usados no de manera fortuita si no por las condiciones de clima.
“Son diseños que rompen el entorno, que se pierde ese Istmo tradicional. Estamos destruyendo la imagen y la sensibilidad del pueblo del Istmo”, apuntó.
García Saavedra agregó que cada pueblo tiene su propia historia y no es posible que simplemente se diga que borrón y cuenta nueva: “Una casa es un pedazo del universo que nos toca a cada quien. Hay que entender el terrible golpe psicológico para la gente”.