Aun sin recursos y a su máxima capacidad, refugio de mujeres indígenas en Juchitán no limita ayuda

Juchitán de Zaragoza.— Todas las habitaciones del Refugio Regional de Mujeres Indígenas “China Yodo” en Juchitán, el único en su tipo que existe en el estado de Oaxaca, están a su máxima capacidad desde que la pandemia comenzó hace 10 meses. Aquí, un total de 40 personas, la mayoría niños, se resguardan tanto del  Covid-19 como de la violencia feminicida que no descansa ni en días festivos, como Navidad.  

Son un  total de 11 las familias de comunidades indígenas  de Oaxaca las que  encontraron salvación en el interior del refugio que fundó la profesora Rogelia Gonzales Luis, y que pertenece a la Red Intercultural de Refugios. 

A pesar de que dentro encuentran una atención integral, al menos tres  mujeres violentadas tuvieron que cargar, además del duelo de la separación del hogar y la familia,  el de ver morir a familiares a causa del virus.

“Han sido meses difíciles, tanto para las usuarias como para el personal que labora en el refugio, porque al menos tres de ellas perdieron a familiares por Covid-19, a quienes dejaron al huir para salvar sus vidas y no pudieron despedirlos. Eso es muy fuerte; además, también tuvimos personal que pasó  lo mismo. Esto ha complicado mucho la situación, pero afortunadamente la atención de acompañamiento es diaria, tanto emocional como sicológicamente”, explica la responsable del refugio.

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Gonzales Luis indica que  el refugio no cerrará sus puertas, aun si se da un segundo confinamiento, como no lo hicieron durante la primera etapa de la crisis, porque se consideran  un servicio esencial, necesario y oportuno para salvar vidas de mujeres de comunidades indígenas.

Este refugio del Istmo logra mantenerse con un presupuesto anual de 6 millones de pesos, brindando atención a 50 familias, y en el cierre de este 2020  cumplieron las metas trazadas, a pesar de que batallaron a mitad de año por un intento de frenarles el presupuesto por recortes federales.

Foto: Archivo EL UNIVERSAL

El refugio, junto con el  Centro de Apoyo y  Atención a la Mujer Istmeña  (CAAMI), cerró el año con aumento de 85% en las  llamadas de auxilio de mujeres que sufren violencia durante este confinamiento  en la región del Istmo de Tehuantepec, mientras que  el incremento en el registro de  mujeres que ingresan  al refugio huyendo de la violencia fue de 15%.

Según  el CAAMI, durante el confinamiento se han atendido a  4 mil 640 mujeres en diferentes espacios y otras  3 mil 500  mujeres vía telefónica, a 750 mujeres vía Facebook y a 120 mujeres a través de la radio cultural Stipa Gunaa.

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Mientas tanto, la  atención que brindan en estos días de emergencia a ocho familias,  con 15 niños, es sin recursos, pues la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del gobierno federal  no les ha liberado los fondos  para atender las necesidades de las mujeres en condición de extrema violencia. Y la situación no mejorará pronto, pues  las trabajadoras laborarán todos los días de manera voluntaria en los primeros meses del 2021, ya que los recursos se liberan hasta  mayo.

Ante lo que considera un grave aumento de la violencia contra las mujeres en las comunidades indígenas y zonas urbanas de la región, y la falta de justicia para las víctimas, el  CAAMI, que pertenece al  Grupo de Mujeres 8 de Marzo, exige garantizar su acceso de manera expedita y que los jueces juzguen con perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad. También exigen garantizar el interés superior de la niñez.

Según  datos del Centro de Documentación del Grupo de Estudio sobre la Mujer Rosario Castellanos (GES Mujer) , del 1 de diciembre de 2016 al 21 de diciembre de 2020 en  la región del Istmo han muerto de manera violenta 101 mujeres, lo que representa  20% de las 493 asesinadas en Oaxaca en ese periodo. 

En este 2020 se tuvo registro de 111 mujeres asesinadas, 25 en  el Istmo de Tehuantepec, lo que representa 22%. El último caso reportado fue el de Bertha, quien  fue asesinada el 25 de diciembre, el día de Navidad, presuntamente por su pareja Juan “N”, quien después de darse a la fuga este 2 de enero fue aprehendido por Agentes Estatales de Investigación en el municipio de Miahuatlán de Porfirio Díaz, en la Sierra Sur.