Denuncian presunta negligencia médica en hospital de SSO en Tuxtepec

Médicos y directivos del nosocomio de los Servicios de Salud de Oaxaca se negaron a recibir a la mujer, bajo el argumento de que aún aguantaba

Yuridiana Sosa
Municipios 05/03/2018 21:06 Yuridiana Sosa San Juan Bautista Tuxtepec, Oax.- Actualizada 21:06

La espera por tener a su bebé es eterna, preocupante, desesperante. Irma Dionisio ha dormido a la intemperie, en el suelo y con dolores por más de cuatro días, a fuera del Hospital General de Tuxtepec con la esperanza de ser atendida.

La fuente se rompió desde el viernes, cuando llegó al nosocomio pasando el medio día. Es lunes 5 de marzo y la angustia que Irma siente es delatada por la voz quebrantada al referir el dolor en la cadera.

Ella, de 22 años de edad, es una mujer indígena mazateca que poco habla español, al igual que su esposo Felipe Sixto Esteba, que con timidez suplican atención médica a la puerta de la sala de urgencias.

“Me duele, no reciben, dicen que me falta”, expresa la joven madre que apenas se sostiene de pie en la sombra que da el mismo edificio del nosocomio, donde en el mes de julio del 2017 una mujer dio a luz en el pasillo por la negativa de una oportuna atención médica.

Apuntan que vienen de la comunidad de Loma Bonita de San Miguel Soyaltepec. Felipe dice que “tienen una semana”, pues el tiempo se les ha hecho eterno. “Doctor no hace caso, ya no se mueve mucho (el bebé)”, detalla el hombre al señalar el vientre de su esposa.

Ante la negativa de la institución de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), el fin de semana Felipe dispuso de todo el dinero que les quedaba para hacerle un ultrasonido y análisis clínicos a Irma.

Pasa el mediodía del lunes y luego de otra intervención, por fin, a la puerta de la sala de espera de urgencias sale un doctor quien les da instrucciones que serán atendidos.

Son más de las 16:00 horas e Irma sigue en espera. De pie sobre un pasillo de urgencias la mujer dice a su hermana que no aguanta, que el dolor es insoportable.

Andrea es hermana de Irma y acaba de llegar. Ella, quien habla un poco más el español relata que las enfermeras le informan que debe ser un parto y no cesárea, así que se “debe aguantar el dolor, porque eso pasan todas”.

Irma tiene las manos y pies hinchados. Su mirada refleja el desvelo, la angustia y dolor, mientras se sostiene desde una barra de mental en un pasillo del hospital.

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