Las autoridades municipales y agrarias de Ayutla anunciaron la suspensión de las actividades escolares de la comunidad ese día, así como la realización de dos ceremonias para conmemorar estos hechos.
También realizaron una invitación a representantes de los medios de comunicación para documentar la situación en las que se encuentran sus habitantes, tras dos años de conflicto y de la imposibilidad de acceder al agua potable.
El conflicto entre ambas comunidades se agravó el 18 de mayo de 2017 un presunto grupo armado ligado a la comunidad de Tamazulapam del Espíritu Santo tomó por la fuerza 25 solares en la que habitaban comuneros de San Pedro y San Pablo Ayutla y el paraje en el que se encuentra el manantial que proveía de agua a la comunidad.
Cerca de un mes después, el 5 de junio de 2017 se realizó una inspección ocular por orden judicial en la zona de disputa, como una medida para dar salida a la posesión por la fuerza de estas tierras y encontrar una solución al conflicto entre ambas poblaciones; pero un grupo armado disparó contra los comuneros de Ayutla, ataque en el que murió el comunero Luis Juan Guadalupe y otras seis personas resultaron heridas, cuatro mujeres fueron secuestradas, torturadas y liberadas 24 horas después por la presión que ejercieron organismos de la sociedad civil.
Ese mismo día, los pobladores de Tamazulapam le cerraron la llave al manantial para impedir el suministro de agua potable desde entonces.
El 25 de agosto de 2017, destruyeron toda la infraestructura de agua potable de Ayutla y que incluía tanques de captación, tanques de almacenamiento y distribución, sistema de válvulas y sistema de tuberías.
Este acuerdo consistía en la conexión inmediata al manantial para conducir el agua a sus respectivas cabeceras municipales de manera simultánea y por gravedad. Los trabajos se iniciaron a través de la Comisión Estatal del Agua, pero se suspendieron días después por la oposición de las autoridades de San Pedro y San Pablo Ayutla.
Mientras que el suplente del Comisariado de Bienes Comunales de Ayutla, Alejandro Moreno, aclaró que conflicto no es por el agua sino territorial porque el 18 de mayo de 2017 los pobladores Tamazulápam invadieron con maquinaria y hombres armados a las cuatro de la mañana para despojar a los comuneros de sus tierras.
Actualmente la tierra en disputa entre ambas poblaciones es de alrededor de 10 mil hectáreas. El 18 de mayo de hace dos años, fueron invadidos otros 25 predios de comuneros más parajes que identifican como islas.
Los trabajos para la reconexión al manantial y dotar de agua potable a ambas comunidades, continúan suspendidos.
Para la conmemoración de los dos años sin el vital líquido y como recordatorio de la agresión armada de sus vecinos de Tamazulápam, las autoridades agrarias y municipales de Ayutla precisaron la realización de una ceremonia civil y otra religiosa.