Cosme, el sentido adiós al soldado inquebrantable del pueblo

Municipios 05/08/2017 13:47 Yuridiana Sosa San José Chiltepec, Oaxaca Actualizada 12:52

Cosme Rodríguez Lucas, Cabo de Infantería, perdió la vida en un ataque de un convoy armado a una sede militar ubicada en Valparaíso, Zacatecas

Fotos: Yuridiana Sosa / EL UNIVERSAL

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Desde hacía varios meses, volver a casa se había convertido en su mayor deseo.

Y así estuvo con su sueño, enfundado en su traje militar con el que tantas veces salió invicto en sus operativos; la gorra verde olivo en su cabeza, pero con los ojos cerrados, añorando la tierra oaxaqueña.

Pero a casi un año de su retiro oficial, cuando cumpliría 20 años de servicio, Cosme Rodríguez Lucas, Cabo de Infantería, murió. Con glorias castrenses partió el hijo pródigo de Chiltepec.

El soldado, originario de este municipio de la Cuenca del Papaloapan, falleció tras el ataque de un convoy armado a una sede militar en Valparaíso, Zacatecas el pasado 1 de agosto.

“Murió en el cumplimiento de su deber”, acepta desconsolada la madre, la señora Florencia Lucas Muñoz.

Vida de peligros

Poco antes de los 18 años de edad, aquel joven inquieto --lo describe su madre-- decidió unirse a las filas del Ejército Mexicano y viajó hasta Chihuahua para hacerlo.

“Aquí no había trabajo, y ser soldado le robó su atención cuando una vez vinieron buscando muchachos”, platica doña Florencia, mientras observa el ataúd de su hijo rodeado por flores blancas y rosas rojas.

Una corona de parte del 97 Batallón de Infantería de Fresnillo,  Zacatecas, lo despide con la frase “Inquebrantable”.

El desconsuelo para la familia por la pérdida de su Cosme Rodríguez se acentúa frente al duelo por la pérdida del jefe de familia hace menos de dos años.

Cada año que Cosme iba por unos días de descanso a su pueblo chinanteco, expresaba el orgullo por su trabajo, pero en los últimos años, también el miedo que sentía por enfrentar a grupos que al igual que ellos, portaban armas, refiere su hermana Leticia.

“En todos los años de servicio, creo que fue muy arriesgado, tuvo muchos enfrentamientos, accidentes más fuertes que este último”, expresa la joven mujer.

En una ocasión --no recuerdan hace cuánto--  el cabo estuvo en estado de coma por seis meses.

Pero para esta familia, la tranquilidad no será plena hasta no ver en casa, sano y salvo, a otro hijo que también forma parte del Ejército Mexicano, y quién este año cumple 20 años de servicio.

El deseo por descansar

Viernes de un soleado y caluroso día. Viernes de tristezas y orgullo. A un costado del ataúd del soldado, una foto de él en sus mejores tiempos, con su traje de militar y sosteniendo un arma. “Así como está aquí, está ahí”, señala su mamá la foto y el féretro.

“La última vez que estuvo en casa, él me dijo que ya no quería volver, pero le dije, hijo, tú ya estás ganado, ya mero terminas tu servicio, ve que ya no demorando vas a estar con nosotros acá”, recuerda con tristeza cada palabra, de aquella última conversación frente a frente con su hijo.

Con el llanto contenido, la hermana de los soldados subraya que Cosme Rodríguez “ya quería descansar  de los peligros”.

Adiós glorioso

Su despedida reunió a la comunidad de Chiltepec, miles le dijeron adiós al Cabo de Infantería.

 “¡Viva Cosme!”, “¡Viva!”; “¡Que viva el soldado que murió sirviendo a la nación!”, se escuchó entre la multitud en el trayecto de la iglesia al panteón municipal.

El sol de la tarde es inclemente. Debajo de los cascos verde olivo, el sudor escurre a chorros sobre el rostro de los elementos de la XXVIII Zona Militar, de Santa María Ixcotel, que acudieron para rendirles los honores fúnebres a quien murió en el cumplimiento de su deber.

Los soldados extienden la Bandera Nacional  sobre el ataúd  de Cosme Rodríguez, frente al panteón general de Chiltepec.

Se realiza el pase de lista; el Ejército monta guardia por unos minutos, para después entregarle a la familia a su compañero de batalla.

Miles rodearon el acto que concluyó con un aplauso emotivo y de orgullo por un paisano que salió con el sueño de salvaguardar a su país.

“¡Cabo de Infantería Cosme Rodríguez Lucas!” “¡Presente!”. Así se fue el soldado que con ilusiones partió de su tierra. Que con orgullo defendió a su patria. Y con honores lo despidió su pueblo.

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