Jazmín Ramírez Edgar, directora del parque, asegura que al año se reciben 16 mil visitas, de las cuales 4 mil 694 son de turistas que desembarcan de los cruceros que atracan en Huatulco; otros mil 400 son estudiantes que entran de manera gratuita y son guiados por el recinto.
Para llegar a esta zona arqueológica hay que partir de La Crucesita, recorriendo hacia el oriente ocho kilómetros sobre la costera. El sitio se encuentra dentro del Parque Eco-arqueológico Copalita y para llegar se atraviesa el desarrollo hotelero de Bahía de Tangolunda.
El museo de sitio es la primera parada. Eduardo Mendoza, el guía que el museo proporciona, explica detalladamente que las piezas exhibidas corresponden a objetos resultados de excavaciones en Bocana del Río Copalita.
“Destacan fragmentos de figurillas antropomorfas, 95% de ellas representan a mujeres, lo cual hace pensar en su importancia en este proceso de crear un nuevo ser y la capacidad de mantenerlo con vida. En este conjunto destaca un collar de concha asociado a un entierro femenino”, dice el guía.
También se muestran hachas y hachuelas, artefactos en piedra pulida que se empleaban para la molienda y la pesca, el procesamiento de fibras vegetales y tratamiento de pieles, restos cerámicos usados en actividades domésticas y rituales. Además se aprecia una escultura con relieves hallada en la cancha del Juego de Pelota.

El auge de esta ciudad se dio en el periodo Clásico, cuando ya se cuenta con un centro ceremonial, un juego de pelota y un edificio de más de 20 metros de altura que contiene dos tumbas asociadas a la élite gobernante. Además, cada año 227 especies de aves migratorias visitan este parque con reminiscencias del pasado.