Copalita, tesoro arqueológico en Huatulco aún por descubrir
INAH y Fonatur buscan impulsar investigación y turismo en el sitio; sólo se ha explorado el 10% del sitio

El Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hicieron mancuerna para brindar protección a una de las 189 zonas arqueológicas abiertas al público en la entidad: el Parque Eco-Arqueológico Copalita, cerca de las turísticas Bahías de Huatulco.
El sitio está en una superficie de 81.4 hectáreas donde se descubrieron asentamientos mixtecos y zapotecos cuando comenzó el desarrollo turístico en 1985, desde entonces sólo se ha explorado 10% de estos hallazgos que podrían abarcar toda la costa oaxaqueña. Lo que está a la vista es lo que se protege y se conserva.
Jazmín Ramírez Edgar, directora del parque, asegura que al año se reciben 16 mil visitas, de las cuales 4 mil 694 son de turistas que desembarcan de los cruceros que atracan en Huatulco; otros mil 400 son estudiantes que entran de manera gratuita y son guiados por el recinto.
Para llegar a esta zona arqueológica hay que partir de La Crucesita, recorriendo hacia el oriente ocho kilómetros sobre la costera. El sitio se encuentra dentro del Parque Eco-arqueológico Copalita y para llegar se atraviesa el desarrollo hotelero de Bahía de Tangolunda.
El museo de sitio es la primera parada. Eduardo Mendoza, el guía que el museo proporciona, explica detalladamente que las piezas exhibidas corresponden a objetos resultados de excavaciones en Bocana del Río Copalita.
“Destacan fragmentos de figurillas antropomorfas, 95% de ellas representan a mujeres, lo cual hace pensar en su importancia en este proceso de crear un nuevo ser y la capacidad de mantenerlo con vida. En este conjunto destaca un collar de concha asociado a un entierro femenino”, dice el guía.
También se muestran hachas y hachuelas, artefactos en piedra pulida que se empleaban para la molienda y la pesca, el procesamiento de fibras vegetales y tratamiento de pieles, restos cerámicos usados en actividades domésticas y rituales. Además se aprecia una escultura con relieves hallada en la cancha del Juego de Pelota.
Luego, comienza el recorrido de una hora por la zona arqueológica impecablemente cuidada. Se recorren tres vestigios: el Templo Mayor, el de la Serpiente y el Juego de Pelota. Después, sigue la zona ecológica: se recorre la jungla, un área de humedales y un acantilado donde está la piedra “de los sacrificios”, desde donde se observa el mar y la desembocadura del río Copalita.
Según el guía, los vestigios arqueológicos de Copalita datan del año 900 A.C. al 1,000 D.C. Aunque la ocupación de este asentamiento se remonta al periodo Preclásico medio, en ésta época ya se observa la construcción de plataformas ceremoniales y terrazas habitacionales en lomas colindantes con acantilados al mar.
El auge de esta ciudad se dio en el periodo Clásico, cuando ya se cuenta con un centro ceremonial, un juego de pelota y un edificio de más de 20 metros de altura que contiene dos tumbas asociadas a la élite gobernante. Además, cada año 227 especies de aves migratorias visitan este parque con reminiscencias del pasado.