Xandu’ reactiva actividad comercial tras los sismos
Algunas familias gastan hasta 20 mil pesos para preparar el altar que recibirá a sus seres queridos
Durante los últimos siete días de octubre —del 25 al 31—, las familias juchitecas compraron flores, panes, papel, incienso, velas, maíz, pollos, cerdos, mezcales, cervezas, frutas y con ello la economía de este municipio zapoteco se fortaleció nuevamente, tras dos años del agobio financiero que dejó el terremoto de 2017.
Con todos los productos que adquirieron, algunas familias zapotecas recibieron a sus difuntos el miércoles 30 y otras el jueves 31 de octubre.
La familia López Chente, por ejemplo, recibió por segunda ocasión el alma de Mariano y para la recepción, gastaron unos 20 mil pesos para elaborar el altar, moler unos 50 kilos de maíz para la producción de mil 200 tamales y comprar un cerdo, entre otras erogaciones.
Incentiva economía.
Algunos comerciantes obtienen ganancias de hasta 10 mil pesos al día.
Para el presidente de la delegación juchiteca de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Juan Gilberto Prado, el movimiento comercial que se vive en la celebración del Xandu’ impacta positivamente en la economía de Juchitán y de las poblaciones vecinas, cuyos habitantes vienen a vender flores, cañas, cocos y tallos de los platanares que se utilizan en la confección de los altares y retablos de flores, como el biguié (altar).
Hay una importante derrama económica, lo mismo para el comercio formal como el informal, subraya.
En el primer Xandu’ de su hermana Paula, el escritor Víctor Terán, originario de Juchitán, comentó que su familia gastó más de 10 mil pesos en la confección del biguié o retablos de flores, así como en la compra de panes y hechura de los tamales.
El dinero que se ocupa para confeccionar el Xandu’, explica Juan Gilberto Prado, presidente de la Canaco, se distribuye entre todos los actores productivos de Juchitán y sus alrededores. Se observa un gran movimiento de recursos.
Esta versión la confirma Pascual, quien se dedica a la venta de veladoras y candelabros, quien detalla que tan sólo para las personas que se dedican a la venta de velas, de uno o medio kilo, estos días de Xandu’ son únicos porque alcanzan ingresos de hasta 10 mil pesos por día, mientras que a lo largo del año las ventas son de mil pesos por día.
No hay familia juchiteca que, aunque no elabore su altar de nueve tablones o el retablo de flores, en la pequeña mesa donde tienen sus imágenes religiosas coloca unos ramos de cempasúchil, cresta de gallos, algunos panes y frutas, como manzanas, naranjas y plátanos. No compran mucho, pero lo poco que gastan también fortalece la economía zapoteca.
En Juchitán, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 26 mil viviendas y en 65% de ellas viven familias católicas apegadas a la celebración del Xandu’.
El movimiento comercial es sorprendente, señala el funcionario de la Canaco y añade:
“¿Cuántas familias celebran el Xandu’ Yaa y cuántas el Xandu’ Iropa? (Primer y segundo Xandu’), porque la tradición zapoteca dice que los difuntos llegan del Mictlán durante cuatro años seguidos”.
En Juchitán hay 26 mil viviendas y en 65% de ellas viven familias católicas apegadas a la celebración del Xandu’
Nadie sabe con precisión cuántas familias elaboran el altar o el biguié, pero de acuerdo con el oficial del Registro Civil de Juchitán, Francisco Javier Anzueto Hilerio, en el primer semestre de 2018 se contabilizaron 270 fallecimientos en la ciudad y, si se considera que 65% profesaba la religión católica, 175 de ellos tuvieron su Xandu’ Yaa en este año y una cifra similar realizó el segundo.
Bajo esa proyección y estimando que en promedio en cada uno de los 350 hogares, las familias gastaron unos 15 mil pesos, la derrama económica de estas festividades, sólo en Juchitán, podría haber alcanzado el monto de 5 millones 250 mil pesos, los cuales se repartieron entre rezadoras, comerciantes de velas, flores, panes, frutas, cervezas, mezcales, pollos entre otros insumos.
Bertha platica que compró flores y veladoras y visitó cuatro viviendas de sus vecinas y comadres que tuvieron su Xandu’.
En cada visita entregó una limosna de 50 pesos, otros dan 100. Entre las compras de flores y la limosna, ella gastó unos 400 pesos, y como ella cientos de mujeres zapotecas cumplieron su cita que es parte del ritual para recibir a los difuntos