Juchitán de Zaragoza.- Desde hace semanas, cuando la pandemia  comenzó a recrudecerse en este municipio zapoteca, las clínicas privadas y los pacientes con sospecha de Covid-19 o males respiratorios, se quedaron sin la posibilidad de conseguir oxígeno. 

Además del alto costo económico que ya de por sí le impide a muchas familias con pacientes en casa rentar un cilindro de oxígeno, en la región ya es casi imposible conseguirlos y las clínicas privadas sólo rellenan los pocos que poseen para mantener con vida a sus pacientes.

Como publicó el 27 de junio EL UNIVERSAL, por rituales, desinformación, ignorancia, miedo y otras razones de las familias, muchos de los enfermos de Covid-19  no llegan a los hospitales y se están atendiendo en su casa, por lo que buscan, con asesoría de algún médico privado, utilizar tanques de oxígeno cuando el virus se torna más agresivo. 

Para conseguirlos, tienen que acudir a la única empresa en la  región de tanques de oxígeno, que los renta previo contrato. Se llama Infra del Sur y está ubicada en el puerto de Salina Cruz.

EL UNIVERSAL contactó a esta empresa vía telefónica para solicitar un tanque, a lo que el recepcionista respondió que tienen en existencia los cilindros y  el oxígeno puro, pero lo que no tienen y por tanto les impide rentar más tanques, son los manómetros, que sirve para regular el flujo del oxígeno.

Se trata de una especie de válvulas del tanque y sin ese aditamento, el artefacto no funciona. Ante dicha situación, la empresa recomienda adquirirlas vía internet; su precio oscila entre los 3 mil y 4 mil pesos.

A esto se suma el costo del contrato de renta del cilindro, por 4 mil 500 pesos al mes, más los 600 pesos de la recarga de oxígeno. Para conseguir este contrato, la empresa solicita previamente presentar receta médica, el diagnóstico de la enfermedad, el nombre del familiar responsable y el del paciente. 

Pero el costo final para salvar una vida, que ronda los 9 mil pesos, no es el único problema y para muchos que tienen los recursos económicos mucho menos, pero a ello se suma la escasez del aditamento regulador.

El director de la Clínica Cheguigo de Juchitán, Margarito Aquino, desde hace más de un mes pidió por internet un regulador para poder rentar otro cilindro a la empresa que le surte el oxígeno, pero está en la lista de espera, así que se conforma con los cuatro   que tiene su espacio hospitalario.

Foto: Roselia Chaca

“Llevo más de un mes esperando el regulador y es la hora que no llega, y sin eso no me sirve un tanque de oxígeno, así que respondemos con lo cuatro que tenemos. Tuvimos la semana pasada un incidente con los familiares de un paciente que se alteraron y nos exigían el oxígeno, pero era imposible conseguirlo, después de eso decidimos no atender ni a un paciente con Covid-19 o sospecha del mismo, los remitimos a los Servicios de Salud de Oaxaca”, explica el médico juchiteco.

En este hospital privado que atendía hasta hace una semana a pacientes con Covid-19 o con sospechas que se negaban a ir al Hospital General Macedonio  Benítez Fuentes, por miedo a ser internados y no salir con vida después de ser intubados, se consumía los cuatro tanques en 24 horas, es decir en un día, por lo que los rellenaba todos a diario para poder atender a quienes padecían insuficiencias respiratorias y requeridas estar conectados por varios días, quienes consumen mucho oxígeno puro, por lo que los costos del tratamiento son muy elevados.

Los directivos de la Clinica Na Linda, ubicada en la Segunda Sección de Juchitán, también reportan que les han requerido tanques de oxígeno en renta pero en toda la región y en el estado están agotados, y sólo existen los pocos que tienen en ocupación las clínicas privadas y los hospitales públicos.

Esta carestía complica aún más la situación de alto contagio que atraviesa Juchitán desde hace algunos días, pues aunque las cifras oficiales se mantienen en 77 casos confirmados y 15 defunciones, la ciudad pasó de sepultar en los panteones municipales entre 3 y 5 personas a la semana, a enterrar hasta nueve en un sólo día. 

De acuerdo con la autoridad municipal, sólo en los 10 días que van del 26 al 6 de julio, se enterraron a 47 personas en Juchitán, la mayoría reportó el deceso a causa de deficiencias respiratorias o no presentaron la causa de muerte.

Por esa situación, aunada a los brotes en el Hospital General, que dejó a 20 integrantes del personal médico contagiados, y el del mercado 5 de septiembre que llevó a su cierre por 10 días, el edil Emilio Montero ha pedido el apoyo de la Federación, pues la Jurisdicción Sanitaria del Istmo proyecto que los contagios de Covid-19 llegarán a 21 mil en la región, de los cuales 5 mil requerirán hospitalización.

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