En San Pedro estudian sin techo ni paredes

La primaria Benito Juárez registró daños en 6 aulas; tutores las levantaron de madera

De acuerdo con autoridades escolares, la construcción de los salones temporales permitió el reinicio de clases a un mes del sismo del 7 de septiembre; hasta el momento, el IEEPO no ha emitido el dictamen. (FERNANDO MIRANDA. EL UNIVERSAL)
Municipios 09/11/2017 16:22 Fernando Miranda San Pedro Ixtlahuaca Actualizada 16:22

Los 30 niños de 6to B de la primaria Benito Juárez estudian rodeados de constelaciones y planetas. Se trata de un universo diminuto  que fue pintado sobre las cortinas negras que sustituyen lo que deberían ser las paredes de su aula.

Lo hacen así porque el salón en el que tomaban clases debe ser demolido por los daños que le dejaron los sismos de septiembre. Después, les dijeron, les construirán otro espacio, pero mientras hay que adaptarse y esperar a que alguna autoridad cumpla la promesa.

No son los únicos. En total, las vibraciones violentas de la tierra afectaron seis de las aulas de la primaria  y arrojaron al patio de la escuela a 180 niños de tercero, quinto y sexto grado que pudieron retomar las clases por la intervención de  los padres de familia.

 Fueron los tutores, dice David Vega Arroyo, director de la escuela,  los que decidieron que no podían esperar más las respuestas oficiales  y les construyeron  a sus hijos aulas temporales con paneles de madera. Gracias a ellas, los niños retomaron actividades el 9 de octubre, a un mes del primer terremoto.

Demolición. El profesor David  lleva 11 años al frente de la Benito Juárez, escuela ubicada en San Pedro Ixtlahuaca, municipio de los Valles Centrales, que se localiza a 10 kilómetros de la capital y que fue incluido por la Secretaría de Gobernación (Segob) entre los 364 municipios con declaratoria de desastre natural por los sismos. 

A pesar de ello, dice el profesor, hasta la fecha el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) no ha mandado a nadie para revisar los daños. Fue por la organización de los mismos tutores, explica, que se solicitó a la barra de ingenieros del estado un diagnóstico de las instalaciones.

La conclusión de los especialistas fue que las seis aulas deben demolerse porque tienen fisuras en los muros de contención y en las trabes de carga.

Los daños, dijeron, se originaron desde antes porque hace diez años los salones fueron remodelados como parte del programa “Enciclomedia”, obras que incluyeron la colocación de una losa de 15 cm;  la estructura de las aulas no tenía la suficiente fuerza para soportarlas. El diagnóstico fue confirmado por dos dictámenes más, uno de Protección Civil que llegó el 25 de octubre y otro solicitado por el Ayuntamiento.

De acuerdo con Hugo Díaz Reyes, presidente del comité de padres de familia, la construcción de las 6 aulas costó unos 30 mil pesos, entre materiales y mano de obra, cantidad que se cubrió con la aportación de 370 tutores.

“Quisieramos que alguna autoridad mire las condiciones en las que estamos para que haya alguna respuesta”, afirma el representante de los padres de familia. Lo dice porque cada uno de los espacios improvisados se construyeron bajo la techadumbre de la cancha deportiva se complementan sólo con las cortinas donde se plasmaron los planetas, pero que no parecen  resistentes a los vientos fríos que ya vienen. 

Si la situación continúa así, dice el director, los maestros tendrán que sumarse  a las protestas de la Sección 22 del magisterio. No lo han hecho, explica, porque los tutores así se los pidieron para no entorpecer más las clases. “Vamos a accionar cuando se diga que no hay ninguna solución”, advierte.

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