Promete Semarnat consulta sobre Tren Transístmico, pero aún no hay fecha para que arranque

Juchitán.- Ha pasado más de un año y cuatro meses desde que el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), organizó la primera consulta entre las comunidades indígenas “con el fin de construir el programa para el desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec”; sin embargo, hasta ahora los pueblos originarios siguen en espera de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) continúe con el proceso y realice otra consulta sobre temas ambientales.

Esta nueva consulta, la cual se suspendió en marzo por la contingencia del Covid-19, es la condición que han puesto las comunidades mixes de la zona norte del Istmo para permitir que sigan los trabajos de modernización de las vías del Tren Transístmico. Y sin ella, advirtieron, seguirá la resistencia.

Lo han cumplido. Derivado de la molestia de los campesinos del ejido San Juan Guichicovi, los trabajos para modernizar las vías férreas del tramo cuatro, que comprende 56 kilómetros desde los poblados de Mogoñé (San Juan Guichicovi) a Nuevo Ubero (Matías Romero), están detenidas y sólo se reanudarán cuando se realice la consulta suspendida.

Lee también: Los mixes, la última resistencia al Tren Transístmico

Se trata de una exigencia respaldada en la propia autorización ambiental para las obras, la cual se dio con la condición de que la empresa Ferrocarril del Istmo (FIT) presente los resultados de dicha consulta. 

Pero hasta el momento, aunque Semarnat mantiene la promesa de la consulta, no tiene una fecha para arrancarla, lo que obligó al director general del FIT, José Sánchez, a programar una serie de asambleas informativas con los ejidatarios de la zona norte, para intentar desbloquear los trabajos. 

Albino Pedro Juan, presidente del ejido San Juan Guichicovi, y quien desde finales de febrero solicitó un amparo en contra de la modernización de las vías del tren por falta de información, admite que los ejidatarios mostraron conformidad con las reuniones que programó el FIT para este mes y la primera semana de agosto. Sin embargo, recalca, esas reuniones serán  informativas y “nosotros lo que queremos son las asambleas consultivas, donde se tome en cuenta nuestras demandas”.

Foto: Cortesía

Derivado del último encuentro entre ejidatarios de Guichicovi con el director general del FIT, se acordó la realización de una serie de asambleas a partir de este domingo, en la comunidad de Mogoñé Viejo; el 18 de julio, en Palomares; el 19 en Nuevo Progreso, y en esa misma fecha se realizará en Estación Mogoñé.

Además, se realizará una asamblea general en San Juan Guichicovi; mientras que el 25 de julio, la asamblea se hará en El Zarzal y el 26, en Río Pachiñé y en la comunidad de Rincón Viejo (Petapa). El ciclo de reuniones cerrará el nueve de agosto, en Buena Vista, que pertenece  a Santa María Petapa.

“Sí habrá consulta”

La consulta específica sobre el medio ambiente que estaba organizando la Semarnat y que suspendió por la pandemia, es una exigencia derivada de las Asambleas Consultivas que organizó el INPI en siete sedes entre el 30 y 31 de marzo del año pasado, a petición de la Secretaría de Hacienda, dependencia responsable del proyecto.

Dicha consulta se reanudará no sólo porque hay voluntad, sino porque así lo establece la ley, asegura a EL UNIVERSAL el jefe de la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia de la Semarnat, Benjamín Salvador Berlanga Gallardo.

El funcionario explica en entrevista que la consulta específica, que en su oportunidad daría elementos a la Semarnat para incorporar las exigencias de las comunidades indígenas en materia ambiental en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que presentó el FIT y que se autorizó de forma condicionada el pasado 21 de mayo, “no se suspendió por gusto ni por deseos de alguien en particular, sino por la necesidad de proteger a la población de la pandemia”.

La Semarnat, señala Benjamín Berlanga, reanudará las consultas pendientes entre todas las comunidades indígenas y por esa razón, adelanta, en unos días más recorrerá la zona del Istmo donde pasa el tren, para reunirse con las autoridades agrarias, con los representantes de organizaciones sociales y con las autoridades municipales, para explorar la fecha en que podría darse el reinicio de la consulta.

Berlanga Gallardo sentencia que el FIT debe informar a la Semarnat cuáles son las demandas de las comunidades indígenas y aclara que, pese a que en la MIA se le pide a la empresa ferrocarrilera que organice una consulta, al final, la responsabilidad es de la Semarnat, como un acto de gobierno. 

Además, señala que el FIT está condicionado a integrar un comité de vigilancia ambiental, que integre a los representantes de las comunidades, para supervisar el cumplimiento de todas las medidas de protección y mitigación de los daños que cause la obra.

Pera el asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), Carlos Beas, la posibilidad de que Semarnat reanude la consulta, es una oportunidad para que la 4T escuche a las comunidades que exigen, entre otras demandas, una universidad y un hospital, porque, adelantó, hay un interés en ampararse contra la MIA.