En la estación migratoria de San Pedro Tapanatepec predomina el silencio y huele a quemado. Los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), no han llegado, siguen en la ciudad de Matías Romero, donde esperan rendir sus declaraciones ante el Ministerio Público Federal.
El silencio y el olor a humo, es lo único que queda después de que en la medianoche del domingo, unos migrantes centroamericanos que estaban detenidos en esa estación migratoria, le prendieron fuego a la papelería de la bodega.
La lumbre alcanzó la bodega y se extendió a las áreas de oficinas. El fuego arrasó con la papelería, unos cuatro compresores de climas, cables de energía eléctrica, mobiliario y equipo de cómputo. Por ahora, en la estación migratoria de San Pedro Tapanatepec, limítrofe con Chiapas, no hay posibilidades para atender a los migrantes centroamericanos.
Mientras tanto, en la agencia del Ministerio Público Federal de Matías Romero, en la zona norte del Istmo, nueve agentes del INM esperan desde ayer que les tomen las declaraciones sobre el incendio que dañó la sede de la estación migratoria.
En esa agencia del Ministerio Público Federal, aún continúan en calidad de detenidos cuatro hondureños acusados de ser los responsables del incendio.
