Analizan Servicios de Salud implementar semáforo regional por situación en Istmo y Cuenca

Ambas regiones se consideran focos rojos, pues viven una fase de aceleración en los contagios de Covid-19

Analizan Servicios de Salud implementar semáforo regional por situación en Istmo y Cuenca
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Municipios 13/07/2020 11:23 Fernando Miranda Oaxaca Actualizada 11:23

Ante la fase acelerada  de contagios de Covid-19 que viven las jurisdicciones sanitarias del Istmo de Tehuantepec y de Tuxtepec, en la Cuenca del Papaloapan, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) analizan implementar un semáforo epidemiológico regional con medidas diferenciadas, dado que los casos se han concentrado en “áreas térmicas muy calientes” o consideradas focos de atención.

Dicha estrategia de un semáforo diferenciado se analiza dado que en algunas zonas del estado los contagios se han desacelerado, mientras que la pandemia ha golpeado particularmente a Tuxtepec y Loma Bonita en la Cuenca, y a Juchitán, en el Istmo.

De acuerdo con Juan Carlos Márquez Heine, subdirector de los SSO, de implementarse este semáforo regional,  acompañaría a los esfuerzos de prevención que se han intensificado en estas regiones; sin embargo, advierte que, si la población sigue sin atender las medidas sanitarias para mitigar la transmisión del virus, no habrá esfuerzo que baste.   

“Estamos aumentando la propaganda, sanitizando, estamos siendo mucho más incisivos en los temas de prevención, salubridad  e información, pero  la salud depende de cada uno de nosotros. Podemos sanitizar diario y regalar cubrebocas, pero si la gente no hace caso, va a estar muy complicado frenar los casos”, explica  en entrevista con EL UNIVERSAL. 

Ese es, asegura el subdirector, el verdadero problema,  que en dichas regiones no hay un respeto a las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas: “En el Istmo y la Cuenca es donde menos nos han hecho caso en relación a usarlo”, lamenta.

Es por esta razón, explica, que los 450 trabajadores de la salud que el gobernador Alejandro Murat anunció que fueron contratados para apuntalar la lucha contra la pandemia fueron designados, además de los Valles Centrales, a Tuxtepec, en la Cuenca del Papaloapan, y a Juchitán, en el Istmo de Tehuantepec. 

Saturación en la Cuenca

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Durante todo el desarrollo de la pandemia en el estado, Tuxtepec se ha mantenido como el segundo municipio con más casos y fallecimientos, sólo detrás de la capital. Ahora, cuando se considera que los Valles Centrales han entrado en una especie de meseta por la desaceleración de los contagios, en la Cuenca se  complica la situación. 

Según Márquez Heine, aunque los espacios de los SSO en la Cuenca se han mantenido con disponibilidad para pacientes de Covid-19, en Tuxtepec los hospitales del IMSS y del ISSSTE están al máximo de su capacidad, lo que se ha traducido en saturación,  desgaste y cansancio  del personal de salud, que esta semana se declaró en paro parcial de labores.

“Estamos batallando mucho con el IMSS y el ISSSTE, hubo necesidad de hacer trasladados de pacientes  a Veracruz, a la Ciudad de México, a la capital e incluso a Juchitán”, reconoce el encargado de ampliar la red hospitalaria en el estado para afrontar la crisis. 

A ello agrega que 10%  del personal médico, de enfermería y apoyo  que ha llegado para combatir la pandemia ha renunciado, mientras que otros se contagiaron y están en su periodo de cuarentena. Fue por ello que se recurrió al tema de rotación de personal,  pues asegura que es necesario dar un respiro al personal médico que está cansado, para que  regrese con más energía.

Ante dicha situación, el funcionario anuncia que se prepara una readecuación para poder aumentar el número de camas y ello incluye que se instale un hospital móvil similar al que opera en los Valles Centrales: “Estamos platicando con varias empresas de la iniciativa privada para hacer una sinergia y  aumentar el número de camas, como lo hicimos con el hospital de Especialidades de la Mujer y el Niño Oaxaqueño”, dice. 

 Al respecto, señala que aún  está en análisis, pero que esta unidad móvil podría contar con hasta 60 camas y tendría que ubicarse en Tuxtepec, junto a un espacio físico que los respalde; sin embargo, advierte que  “no hay  unidad hospitalaria que soporte si la gente sale como si nada, sin ningún tipo de protección”.

Tardía actuación 

A  principios de la semana pasada, Raymundo Rivera Hernández, edil de Loma Bonita, anunció medidas especiales en este municipio, como la preparación de un terreno de 3.5 héctareas para construir un nuevo panteón, pues en sólo cinco días se acumularon 22 fallecidos con síntomas de Covid. La situación, reconoció, se había salido de las manos del municipio.

Sobre el tema, Juan Carlos Márquez señala que lo anterior es el reflejo de una actuación tardía y lamenta que, al principio, el edil de Loma Bonita  no consideraba que el virus  fuera tan letal. 

“La gente se está esperando mucho para ir a los hospitales y está llegando a los SSO en una situación más complicada de la que debería de llegar”, es ante ello, asegura, que se concentran los esfuerzos  en invitar a la población  a que no se espere al último momento para acudir al hospital, cuando hay   mayor dificultad para salir adelante de la enfermedad.

Brotes en el Istmo

La situación que vive Juchitán, en el Istmo de Tehuantepec, también es complicada. Sólo del 26 de junio al 10 de julio la autoridad muncipal contabiliza 71 personas sepultadas en los panteones, y aunque no tienen prueba positiva, la mayoría, señalan los responsables de panteones, mueren por complicaciones respiratorias y síntomas del virus. 

Al respecto, el funcionario señala que lamentablemente, si no se cuenta confirmatoria, dichos casos no se consideran oficiales, y agrega que además personas con cormobilidades como diabetes e hipertensión, también podrían estar agravándose en casa, por temor a ir a los hospitales, lo que desencadena más muertes. 

El problema es que en Juchitán es lógico tener, sobre todos luego del brote de Covid-19 en el Hospital General Macedonio Benítez Fuentes, que comenzó el 21 de junio pasado, luego de que la muerte de una paciente que no era atendida por el virus despertó las alertas entre el personal, luego de que se confirmaran los primeros 20 casos, a ellos se suman 170 nuevos. 

La situación del hospital es tal que por 10 días sólo prestará servicio de urgencias y cerrará su área Covid por falta de personal. Serán trabajadores de centros de salud los que apoyen para referenciar a los pacientes a otras unidades médicas de la jurisdicción, pues no se contratará más personal.

Mientras tanto, los pacientes Covid serán atendidos en el Hospital de Especialidades de Juchitán, que es administrado tanto por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), como por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que esta semana comenzará a operar con 42 camas, que están por llegar junto con el personal para operarlas. 

“Esto es brutalmente dinámico, vamos a estar jalando gente,  la que sea necesaria, para poder mantener al mayor numero de pacientes de esta pandemia en control”, dice Márquez Heine, quien reconoce que han contado con un respaldo invaluable del Insabi. 

La fase de contagios acelerados de que vive Juchitán y que ha dejado también dos mercados cerrados fue la razón también por  la cual el diputado federal por Oaxaca, Carol Antonio Altamirano, solicitó la intervención del Gobierno Federal, a través de un plan emergente; antes, advirtió, de que la situación se desborde y se convierta en una emergencia de salud pública. 

Mientras que el presidente municipal de Juchitán, Emilio Montero Pérez, consideró viable la posibilidad de que en el territorio oaxaqueño se analice la instalar un semáforo por regiones, porque no es lo mismo el contagio entre el Istmo y la Cuenca, ambos en foco rojo, que en la Costa, que se mantiene con muy pocos contagios.

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