Acompañado de representantes de la industria pesquera de Oaxaca, Atecas Altamirano, recordó que tras varios meses de veda, la temporada para la captura del camarón de alta mar, de exportación y de consumo nacional, se abrirá el próximo martes 29 de este mes y la flota camaronera oaxaqueña, amarrada en el muelle pesquero del puerto, espera el diésel.
“Si el gobierno de Oaxaca no acelera la solicitud a Pemex, se corre el riesgo de que muera la industria pesquera de alta mar y con su muerte arrastrará a los expendedores de mariscos, a los prestadores de mariscos, los proveedores de alimentos, talleres y de refacciones, que de por sí han sido golpeados por la pandemia”, señaló el alcalde.
Según los pescadores, cada embarcación camaronera necesita por lo menos de 20 mil litros de diésel marino para el primer viaje de 15 días en alta mar. Con el precio de 20 pesos el litro de ese combustible, se requiere de 400 mil pesos para el primer viaje, más los gastos por la compra de alimentos para que la tripulación de cinco personas, consuma durante dos semanas.
El año pasado, los pescadores de alta mar también tuvieron problemas para obtener el diésel marino porque la petición se hizo a unas horas de la apertura de la temporada de pesca y porque la refinería de Salina Cruz, dejó de producir el diésel marino que fue enviado desde Minatitlán, Veracruz. El traslado costó 55 mil pesos por pipa.
“No podemos permitir que muera la actividad pesquera, es una industria que por muchos años, antes de la llegada de la refinería, fue el pivote de la economía de nuestra ciudad”, dijo el edil, quien cuestionó que mientras en Chiapas, hay una secretaría de Pesca, en Oaxaca apenas si se tiene una oficina que no cuenta con un presupuesto que atienda las necesidades pesqueras.