Comunidades resguardan 120 cuevas prehistóricas

Municipios 13/12/2017 12:25 Lizbeth Flores Oaxaca Actualizada 12:31

Los abrigos rocosos de Yagul y Mitla resguardan evidencias del inicio de la civilización en América; Unesco los declaró Patrimonio de la Humanidad

Fotos: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL

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Zapotecas de los Valles Centrales son los encargados de resguardar 120 cuevas prehistóricas consideradas patrimonio de la humanidad, pues en ellas se resguardan evidencias del inicio de la civilización en América.

Se trata de los abrigos rocosos de Yagul y Mitla, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad, bajo la categoría de Paisaje Natural,  por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)  en 2010.  Las cuevas y cavernas está distribuidos en cinco mil hectáreas de los municipios de Tlacolula de Matamoros, Villa Díaz Ordaz y de la agencia municipal de Unión Zapata, perteneciente a Mitla.

Aquí se encuentran las huellas de la transición del nomadismo al sedentarismo, mediante la domesticación de las plantas, según investigaciones del arqueólogo norteamericano Kent Flannery, en 1960, y después corroboradas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Guardianes comunitarios. Por su valor, la zona está bajo el resguardo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y del INAH; sin embargo, para su conservación ha sido necesario el apoyo de  pobladores y autoridades comunitarias.

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Ellos se encargan de cuidar el área natural protegida para evitar el ingreso de personas y prevenir la extinción de  la biodiversidad.

David López, de 62 años, es uno de los 14 integrantes del Consejo de Vigilancia del Ejido de Unión Zapata, comunidad perteneciente al municipio de Mitla. “A los cazadores no los dejamos que cacen  animales y hemos puesto ese empeño para que se conserve”, comenta. 

David reconoce que en su juventud observaba la cacería como una práctica común en este lugar.

Ahora, el vigilante se dice orgulloso de saber la historia que guarda este paisaje, donde  en la época del Arcaico nacieron los sembradíos de las primeras civilizaciones. Además, las cuevas sirvieron como refugios en la época de la Revolución Mexicana, de acuerdo con la bióloga Daniela Flores García.

Riqueza natural e histórica. Según lo documentado por el INAH, esta área no ha sido explorada en su totalidad, hasta ahora sólo se han hecho investigaciones en las cuevas llamadas Blanca, Guilá Naquitz, Paloma, del Diablo, Gheo Shih, Abrigo Banco de Silex, Piedra Tirada, y Corral de Piedra. Los vestigios más antiguos hallados en estas cavernas datan del período Paleoindio, que corresponde al final del Pleistoceno. Fue en la Cueva Blanca donde se encontraron restos óseos de animales del Pleistoceno tardío.

Otro de los lugares emblemáticos  y que guarda las huellas de la agricultura en América, con más de 10 mil años de antigüedad, es la cueva de Guilá Naquitz, que en zapoteco significa Piedra Blanca.

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En ésta se localizaron las evidencias más antiguas de la domesticación de las plantas de la calabaza, el maíz y el frijol en Mesoamérica, de acuerdo con  el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Flavio Aragón.

Los abrigos rocosos albergan arte prehistórico, tal es el caso de la cueva de Los Machines, donde se encuentran abundantes pinturas rupestres de color rojo. Este espacio se caracteriza por grabados que representan un rostro, un felino, figuras humanas y también contiene cuerpos celestes.

El paisaje que alberga las  120 cuevas también es hogar  de especies como venados, jaguares,  tlacuaches, tortugas terrestres y 24 especies de mariposas; mientras que su flora se caracteriza por  cactus, biznagas, árboles de guajes, magueyes y flores endémicas de Oaxaca como la abrantus.

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