
La casa tiene un área de construcción de 40 metros cuadrados, que consta de Sala-Comedor, espacio para cocineta, baño completo (WC, lavabo, regadera y accesorios), cancelería de ventana de baño, un corredor con hamaquero y hamaca, así como una recamara de 3.15 por 3.06 metros, con techo de galbateja.
La vivienda en un principio estaba cotizada en 120 mil pesos, pero debido al alza en los precios de las materias primas y materiales de construcción, así como el encarecimiento de la mano de obra local, los costos de la obra se elevaron, por lo que a esta primera casa modelo la empresa asumió el resto del faltante, sin embargo ahora una casa de estas características tienen un costo de 240 mil pesos.

“Mi hogar tradicional busca rescatar la arquitectura de la región del Istmo de
Tehuantepec, utilizando métodos y materiales de construcción con los que la población está familiarizada. Sin embargo, la escasez de la mano de obra, los altos precios de los materiales, la desesperación de la gente afectada tras los sismos y una zona altamente convulsionada socialmente hacen que la implementación del proyecto sea todo un reto”, explicó Felipe Valdivieso.

Por lo que buscan que el proyecto llegue a buen puerto y cumplir con los damnificados, así que fondean a través de Reconstruyendo Oaxaca A.C. los recursos para que Mi hogar tradicional logre rescatar la arquitectura de la región del Istmo de Tehuantepec, utilizando métodos y materiales de construcción con los que la población está familiarizada.
La reconstrucción de las viviendas plantea distintas fuentes de financiamiento: tarjetas de SEDATU-FONDEN, donativos de la sociedad civil, ideas de las familias beneficiarias y vecinos, así como la aportación de conocimiento por parte de los ingenieros y arquitectos especialistas en el tema, con más de 30 años de experiencia.