La distribución de los víveres se dio de casa en casa para evitar que se politice formando brigadas con integrantes de las mismas familias que realizaron la colecta en Querétaro.
"Estas despensas sólo son una muestra del amor que se le tiene a Juchitán, al Istmo. La respuesta fue enorme, desinteresada y se lanzó a través de las redes sociales. Es un acto apartidista, de familias, de ciudadanos istmeños radicados en Querétaro, del mismo pueblo queretano", detalló la coordinadora de la colecta.

Además de Querétaro, organizaciones civiles, ciudadanos radicados en Chiapas, Estado de México, la Ciudad de México, Veracruz, Puebla, hicieron lo mismo creando estrategias de colecta de víveres como el caso de la estilista Karla Gallegos, de Chiapas, que realizó cortes de cabello a cambio de despensas, maratones artísticos de solidaridad como la que se efectuó en el zócalo de la Ciudad de México con los poetas Natalia Toledo y Mardonio Carballo.
El apoyo de la sociedad civil se ha hecho más visible que la del gobierno federal, gracias a los llamados lanzados en las redes sociales.