Familias, en espera de reubicación
Damnificados por Ramón no han recibido apoyos; más de 500 viviendas tuvieron afectaciones
Desde hace más de un mes, Juan Morales visita cada día su desbaratada casa de madera y palma asentada a orillas de lo que luce como un indefenso arroyo que no rebasa los 50 centímetros de profundidad. Sentado en un roído tronco, rodeado por los únicos objetos que le dejó la fuerza del agua, el anciano de 67 años cuida con esmero a sus 30 gallinas, lo hace porque estas aves se han vuelto su único sustento desde que lo perdió todo.
Como Juan, 40 familias de la agencia Benemérito Juárez perdieron su hogar, pues el 4 de octubre la tormenta tropical Ramón desbordó arroyos y ríos. Aunque ya se anunció que la comunidad será reubicada en un terreno a orillas de la población, todavía no existe un proyecto para la construcción de las nuevas casas.
En total, el censo final indica que son 516 las viviendas que resultaron con afectaciones por el desbordamiento del arroyo Palo Gacho. De ellas, 40 fueron calificadas con pérdidas totales e inhabitables, indica la agente municipal, Mayra Sosa Cruz y afirma que no se contempla ningún apoyo del Fondo Nacional de Desastres (Fonden).
El plan para apoyar a los damnificados en la construcción de sus casas y la reactivación de la economía de la localidad se proyecta a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), con el pago a 800 beneficiados del programa de empleo temporal; aunque todavía no se define el monto para cada familia.
Los apoyos se entregarán a cada familia de hasta cuatro integrantes; si es más numerosa se les otorgarán dos o hasta tres apoyos. El resto de los recursos serán destinados a comerciantes que también resultaron afectados en sus actividades.
Casas en serie. Juan vive de forma temporal con la familia de su hija, a pocas cuadras de su vieja casa. Su anhelo, explica, es contar de nuevo con una vivienda propia, pero una tradicional, no una construida en serie, como se rumora en la comunidad, que serán las casas que levanten luego de que se realice la reubicación.
“Si hacen las casas pegadas unas con otras, yo no me voy, me quedo aquí, no nada más me hago un poco más allá”, expresa el hombre que vela por sus bienes, debido a los robos de los que ha sido víctima por la noches.
Será en media hectárea de tierra donde se edificarán las casas, las cuales quedarán situadas a orilla de la población y colindarán con cultivos de cañas.
Por su ubicación se accederá hasta allá a través de caminos accidentados, por lo que sólo algunos mototaxis, medio de transporte común en este pueblo, podrán prestar sus servicios.
En el nuevo asentamiento será posible hacer las conexiones para agua potable y electrificación, pero no la de drenaje, por lo que se construirá una fosa séptica para cerca de 200 habitantes; lo anterior, de acuerdo con lo informado por la autoridad de Benemérito Juárez.
Sin proyecto y sin dinero. Para la construcción de 40 viviendas no existen recursos por parte del Fonden, ni fecha para el inicio de dichas obras, informa la agente municipal Mayra Sosa Cruz. Además, explica que aunque aún no existe un proyecto arquitectónico, el gobierno estatal entregó, el 17 de octubre, los certificados de posesión inmobiliaria para dar certeza a los afectados sobre la construcción de las nuevas casas.
La autoridad auxiliar en Benemérito Juárez apunta que apenas se alista un paquete de materiales que serían ocupados, y después se buscará de forma particular la ayuda con arquitectos e ingenieros para obtener el diseño de lo que será la nueva unidad habitacional.
La idea, dice, es incluir a los afectados a manera de tequio para la edificación de sus viviendas, las cuales tendrían las mismas dimensiones a las que se llevaron las aguas de la tormenta.
Para ello, el gobierno estatal anunció el apoyo de 15 láminas y dos toneladas de cemento por familia, mientras que el gobierno municipal de Tuxtepec se encargaría de la instalación de los servicios básicos.
Por su parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó a Benemérito Juárez la aprobación de recursos para la rehabilitación y cambio de tubería que pasa dentro del arroyo Palo Gacho, con más de tres kilómetros de extensión.
Sobre el tema, Juan Morales sabe poco, pues no ha recibido ningún documento de la futura vivienda, pero dice que ya fue anotado en la lista de apoyos de Sedesol para el empleo temporal, los cuales sigue esperando.