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La manifestación estuvo encabezada por un grupo reducido de transportistas, quienes señalaron que ante la falta de actividad en los sitios turísticos, decenas de familias dedicadas a la llamada “industria sin chimeneas”, han quedado sin sustento económico.
Ante ello, solicitaron al gobierno local que les dé apoyos, pues explicaron que carecen de una figura legal que les permita solicitar créditos para paliar la crisis que la pandemia ha ocasionado.

Foto: Especial
La noche de este domingo, el gobernador del estado hizo oficial la suspensión de la “máxima fiesta de los oaxaqueños”, pues el estado se mantiene en semáforo rojo, es decir con el riesgo más alto de contagios.
También dio a conocer que en conjunto con las dependencias de Economía y Turismo, el sector de comercio, hotelería y gastronomía, revisarían los protocolos para que se implementen y se dé paso a una reapertura gradual de las actividades, pues por el momento sólo siguen permitidas las esenciales, incluidas industria, construcción y minería.
En 2019, la Guelaguetza dejó una derrama económica de 423 millones de pesos gracias a la visita de 121 mil personas, la cifra más alta de los últimos años.