Conciencia ambiental rescató a las artesanías de carrizo, las impulsan para sustituir al plástico

Hace poco más de seis años, artesanos de Santa Cruz Papalutla se unieron para impulsar y rescatar la elaboración de artesanías a base de carrizo, actividad que se estaba perdiendo, pese a que en algún momento fue el principal sustento económico de la comunidad.

Fue así que en 2014 organizaron la primera Feria Artesanal, Gastronómica y Ganadera, con el fin de exponer sus diversos productos de carrizo. El éxito de la feria creció al paso de los años, pero lo que aumentó la revalorización de estas artesanías fue la crisis ambiental y las políticas en contra del uso del plástico.

Edgar Pérez tiene 32 años y aprendió a realizarlas desde que tenía 12 años, desde entonces se dedica a ello.

Durante estos años, las artesanías de carrizo han sufrido un proceso de innovación que superan únicamente su carácter utilitario, como las canastas que se usaban para las actividades agrícolas o para cargar alimentos.

“Nosotros lo hemos ido innovando. Empezó con lo básico, como canastas para el campo, para los burros”, comenta.

La feria se realiza tradicionalmente a partir del 20 de octubre de cada año. “Tomamos esa iniciativa porque vimos que ya se estaba perdiendo, los muchachos ya nos las podían hacer, era muy poco lo que se encontraba en la comunidad, por lo que tomamos esa opción para rescatarlo”.

Pero reconoce que cuando se empezó a promover el cuidado del medio ambiente, así como las recomendaciones y prohibiciones para el uso del plástico, se volteó a ver el carrizo como una opción para sustituir el plástico.

Entonces, explica, aprendieron a hacer bolsas de mano, popotes e incluso arreglos florales.

Edgar afirma que anteriormente la elaboración de las artesanías de carrizo era una actividad que se realizaba en casi todos los hogares de Santa Cruz Papalutla, pero se fue perdiendo por la migración de sus habitantes, el desinterés de los jóvenes y por la entrada del plástico, que provocó que se devaluara su trabajo.

Actualmente, estima que sólo 20% de la población sigue haciéndolo. Santa Cruz Papalutla tiene alrededor de 2 mil 600 habitantes.

“Pero con la situación del medio ambiente volvió a retomar otra vez vuelo todo esto”.

Edgar pone como ejemplo la elaboración de lámparas con carrizo que se les han comprado cadenas hoteleras y de otros estados del norte del país. Sin embargo, no ha sido fácil. Dice que, pese a la falta de apoyo gubernamental, han logrado su propósito de mantener esta tradición.

“Es un producto 100% natural que no sólo se usa para elaborar cosas utilitarias, también pueden ser adornos, incluso en Oaxaca hay restaurantes y hoteles que lo usan como decoración. No es nada más la elaboración de piezas, el carrizo tiene un sinfín de usos”, agrega el artesano.

“Nosotros esperamos que se siga rescatando y manteniendo porque no nos gustaría que se fuera perdiendo, en muy corto tiempo”, expresa.

Mientras tanto, menciona que la pandemia por coronavirus los ha afectado. Antes de ella, ya vendían o entregaban sus piezas por cientos o millares; no obstante, desde que empezó la contingencia sanitaria, en ocasiones, venden una pieza por día.