Piden ganaderos del Istmo revivir rastro TIF

Gobierno estatal no entregó al menos 5.5 mdp; el proyecto se detuvo tras el 7-S

Foto: Archivo / EL UNIVERSAL
Municipios 16/09/2018 18:15 Alberto López Morales / Corresponsal Juchitán de Zaragoza, Oaxaca Actualizada 18:16

Desde  2014, 9 mil ganaderos del Istmo de Tehuantepec buscan la construcción de un rastro Tipo Inspección Federal (TIF), para beneficiarse con el valor agregado en la crianza, engorda y comercialización de  bovinos;  sin embargo, tras los  sismos de 2017 el proyecto quedó congelado.

De acuerdo con Jorge López Guerra, presidente de la Unión Ganadera Regional del Istmo de Tehuantepec (Ugrit), desde hace más de 20 años  han llegado a la región del sur de Oaxaca,  inversionistas de Querétaro, Sinaloa, Monterrey, Guanajuato, Monterrey y Baja California, quienes compran unos 500 becerros cada mes, con la finalidad de “medio engordarlos, sacrificarlos, y empaquetarlos”.

“Compran a 44 pesos el kilo de res en  pie y ya procesado en cortes, en las tiendas departamentales  lo venden a 150 pesos el kilo”, asegura el ganadero.

Por esta situación, los productores del Istmo de Tehuantepec optaron por la organización local con el propósito de generar un valor agregado en la cadena productiva y desde el año 2014 han buscado la construcción del rastro TIF que les permita competir con los inversionistas  de otras entidades del país.

A principios de 2017, el Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco) liberó 7 millones de pesos, de un total de 12 y medio, para apoyar  la construcción del rastro. La Ugrit aportó otro millón 400 mil pesos y el gobierno de Oaxaca aportaría 5 millones 500 mil pesos.

En teoría, todo estaba listo para arrancar con la construcción sobre una superficie de una hectárea en terrenos del municipio de El Espinal, incluso el gobierno estatal, afirma López Guerra, quería realizar una ceremonia para anunciar el arranque de la obra, donde se colocaría la primera piedra.

Dicho acto finalmente no se llevó a cabo porque los ganaderos aseguran que la administración estatal no aportó los 5 millones 500 mil pesos que le correspondían.

“Decidimos que no se colocara la famosa primera piedra; después vino el terremoto del 7 de septiembre del año pasado y la construcción del rastro se postergó para abril, pero llegó el tiempo electoral y se volvió a postergar”, agrega.

Ahora, a los funcionarios del Firco, dice el presidente de la Unión de  ganaderos del Istmo, les informaron que se agotó el periodo para aprovechar los 7 millones de pesos que se habían liberado desde hace año y medio. “Vamos a solicitar la ampliación del plazo porque queremos tener nuestro rastro TIF, donde podremos sacrificar 100 cabezas por día”, añade el ganadero.

López Guerra  expresa que la premura por reactivar el proyecto del TIF se debe a la  preocupación de que sean empresarios del centro o norte del país  los   que finalmente abran el rastro,  gracias a    las ventajas fiscales que ofrecerá la Zona Económica Especial (ZEE) de Salina Cruz. 

El rastro TIF, insiste, es una necesidad porque el que tenía Chiapas, en Arriaga, cerró hace seis años y en toda la franja costera, desde Salina Cruz y Pinotepa Nacional, no hay ningún rastro que nos represente  competencia.

En este rastro, explica, se sacrificaría el ganado de los integrantes de la Ugrit, mientras que los 69 tablajeros que venden en el mercado local seguirían sacrificando sus reses en sus domicilios como lo hacen hasta ahora.

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