“Un temblor que no hizo bien su chamba”
En la Mixteca, la edil de Mariscala de Juárez dice que ahí el sismo sólo agrietó casas, pero no las derrumbó y por ello no llega la ayuda
Inmóvil sobre su cama, Ángel Vásquez Chávez se encuentra rodeado de paredes agrietadas que el sismo del 19 de septiembre reventó con su fuerza. Aunque hay poca luz natural, observa a las personas que están dentro de ese cuarto oscuro. Intenta hablar pero apenas logra arrastrar algunos sonidos. Sólo se comunica con la mirada. Nueve años atrás, el hombre de 43 años se enfermó de esclerosis lateral, un padecimiento nervioso que le ha debilitado sus músculos y por consiguiente, sus funciones físicas.
Hace poco menos de un mes, a su condición se sumó la posibilidad de quedar sin techo, pues su hogar es un espacio inhabitable; y no es el único.
En total son más de 700 las viviendas dañadas por el terremoto de 7.1 grados que cimbró el centro del país y que alcanzó Mariscala de Juárez, un municipio ubicado en la Mixteca oaxaqueña. La Mixteca es la tercera región más poblada de Oaxaca. Es habitada por más de 461 mil personas distribuidas en 155 municipios, de los cuales 74 fueron declarados en desastre natural por la Coordinación Nacional de Protección Civil para que la población sea atendida con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
A casi un mes de la devastación, ha sido escasa la ayuda gubernamental en diferentes municipios como Mariscala de Juárez, Tacache de Mina, Huajuapan de León y San José Ayuquila, donde hubo una víctima mortal y se registraron más de tres mil viviendas con afectaciones; respecto al resto de las comunidades, la autoridad estatal no ha dado a conocer la magnitud de los daños.
Mariscala de Juárez, por ejemplo, se compone de siete agencias donde viven a tres mil 530 habitantes, según el censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pero hasta aquí sólo han llegado despensas, unas 500 lonas y cobijas. Esa ayuda vino el 25 de septiembre, el mismo día que el gobernador Alejandro Murat acudió al municipio. Ese día también llegaron personas de otros pueblos y la ayuda se repartió entre todos ellos, dijo la presidenta municipal, María Antonia Lucero Martínez.
“El problema fue que el temblor no hizo bien su chamba porque aquí nada más desacomodó, agrietó, abrió paredes y todo, pero no derrumbó, solo tiró techos”, dice para explicar porque no ha llegado todavía la ayuda.
Contar los días bajo las lonas
Desde el 2008 todos los días de Melesia Vásquez Chávez, madre de Ángel, son una rueda que gira y se repite. Primero tiene que levantar a su hijo de la cama y sentarlo en su silla de ruedas. Luego hay que darle de comer, bañarlo, llevarlo al baño y acostarlo. También debe velar su sueño porque si vuelve a temblar hay que intentar sacarlo. De Melesia, con 78 años encima, depende que Ángel salve la vida.
La habitación de Ángel es uno de los tres cuartos aún en pie de su vivienda. Por eso, él es el único de la familia que duerme bajo el techo; los demás los hacen bajo una lona. Como ellos, más personas cuentan los días bajo las lonas que dio el gobierno, otros han tenido que comprarlas desde 600 hasta dos mil 500 pesos.
La edil dice que aunque el censo a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial, y Urbano (Sedatu) concluyó, de las 700 viviendas reportadas con daños, la dependencia sólo visitó 255, 90 de ellas tienen pérdida total. También hay daños en 16 escuelas, tres con afectaciones severas. En total, de los dos mil 236 planteles de educación básica de la Mixteca, 399 tienen severos daños, pero sólo 311 han sido revisados por Protección Civil. De éstas, en Huajuapan serán reconstruidas tres, pero en 88, en municipios como Silacayoápam, Juxtlahuaca y Tlaxiaco, aún no ha acudido ninguna autoridad.