Cumple 45 años el viacrucis en San José Chiltepec
Son al menos tres generaciones que han formado parte de esta celebración religiosa que inició en 1974.
La devoción por la celebración de la Semana Santa en este pueblo chinanteco es particular en la región de la Cuenca de Oaxaca, pues en el transcurso de casi medio siglo de mantener viva la tradición de representar los pasajes bíblicos, en especial el viacrucis, se ha convertido también en un atractivo turístico.
Son al menos tres generaciones que han formado parte de esta celebración religiosa que inició en 1974 con la llegada de sacerdotes combonianos, que emprendieron una nueva forma de evangelizar en la comunidad.
Chiltepec, ubicado a unos 20 kilómetros de San Juan Bautista Tuxtepec, cuenta con más de 12 mil habitantes, más del 90 por ciento de ellos es católico y se considera que al menos un integrante de cada familia ha formado parte de las representaciones de la Pasión de Cristo.
Luisa Reyna Pérez, es María, la madre de Jesús este año. Su preparación fue parte del fervor que su abuelita le inculcó durante su infancia; la señora Jovita Domínguez Cruz fue la segunda mujer que representó María en el viacrucis del Pueblo.
La joven madre que este año es María cuenta que su abuela, de unos 85 años de edad, platicaba sobre la importancia del personaje, incluso brindó algunos consejos para llevar a cabo una representación más sensible.
Las constantes charlas, y de esta gran experiencia como lo manifiesta la abuela, despertaron en Luisa el interés por formar parte de la celebración religiosa.
Pero, además, Luisa también tiene la experiencia de una de sus tías, quien participó con la representación de María Magdalena hace más de 20 años.
En la comunidad ya no se cuenta con los testimonios de los primeros tres pobladores que representaron a Jesús, ni de la primera mujer que fue María, pues ya fallecieron.
Inicia una tradición
Con el asentamiento de sacerdotes en la comunidad, donde anteriormente acudían solo para la celebración de misas especiales y fiestas patronales, nació el viacrucis en la manera representativa.
En sus inicios, cuenta los ancestros, el viacrucis se realizó únicamente en el espacio del atrio de la iglesia, entre los feligreses de mayor asistencia a las celebraciones, así como personas adultas.
Al año siguiente la población decidió extender la procesión a las calles del pueblo, que en la mitad de la década de los 70 aún no contaban con pavimento, así como el recorrido era menor a comparación de ahora que abarca más de una docena de calles.
El integrante del Comité Organizador de Semana Santa, Edgar Hernández Gregorio, apunta que a finales de la década de los 80 comenzaron a involucrarse los jóvenes, quienes a la fecha son los que mantienen la mayor participación.
Como ocurre con quienes personifican a Jesús, que este año es Juan Mariano Yescas, de 22 años de edad. El joven profesor cuenta que asumió la responsabilidad como parte de una ilusión que en su familia tenían desde hace varios años, pero que ante el fallecimiento de su abuelo, quien lo impulsó, ahora agrega un valor sentimental.
Con el paso de los años la selección y la preparación de los participantes se enfocó a la parte espiritual. Al menos los personajes principales deben contar con los sacramentos del bautismo y la primera comunión, así como asistir a pláticas para conocer con detalle los pasajes bíblicos por representar y a los personajes.
Poco a poco el interés de las personas de las comunidades, distintas a la cabecera municipal, se extendió, hasta alcanzar el de habitantes de municipios vecinos de la región para ser parte del elenco.
Atractivo religioso
El viacrucis de San José Chiltepec es actualmente un atractivo turístico en la región de la Cuenca que alcanza la asistencia de más de cinco mil personas, pero la representación de la Semana Santa comienza desde el Domingo de Ramos, y se desarrollan otros pasajes el "Martes Santos" y "Jueves Santo".
Edgar señala que fue a partir del 2010 que la misma población difundió la celebración para atraer visitantes.
Son casi cinco kilómetros de recorrido por las calles más importantes del centro de la población, en las que se da vida a la pasión de Cristo con la actuación de casi 80 personajes.
Hernández Gregorio destaca la colaboración de los habitantes respecto a las representaciones de los personajes principales, pues en la elaboración de la cruz que carga Jesús en diversas ocasiones se ha donado la mano de obra, así como para los vestuarios.
“Ser parte del viacrucis como uno de los personajes bíblicos no tiene palabra, es un valor para quienes vivimos en Chiltepec y en donde los niños anhelan ser parte, algún día, de esta celebración”, refiere Edgar, quien hace varios años encarnó a Poncio Pilato.