Nochixtlán: el poder del fotoperiodismo

Municipios 19/10/2017 21:08 Fernando Miranda Oaxaca de Juárez, Oaxaca Actualizada 21:24

Exposición de un colectivo de 12 reporteros gráficos presenta muestra con nuevas imágenes del desalojo de 2016; la llevarán a Puebla

Fotos: 12 Miradas en Conflicto

Fotos: 12 Miradas en Conflicto

Fotos: 12 Miradas en Conflicto

Fotos: 12 Miradas en Conflicto

Hasta las diez de la noche del 19 de junio de 2016, Mario Arturo Martínez no sabía que una de sus fotografías le estaba dando la vuelta al mundo. La mañana de ese domingo, elementos de las policías Federal y Estatal implementaron un operativo para desalojar el bloqueo que mantenían maestros en el kilómetro 178 de la carretera Oaxaca-Cuacnopalan, en Asunción, Nochixtlán.

Mario, corresponsal de la agencia española EFE, y otros fotoperiodistas, cubrieron los enfrentamientos derivados del desalojo, los cuales se extendieron por más de cuatro horas y dejaron siete muertos, más de 200 heridos y una decena de vehículos calcinados. Aunque inicialmente las autoridades lo negaron, gracias a las imágenes capturadas por los fotógrafos se demostró que los policías estaban armados y que dispararon contra docentes y pobladores.

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Tirar a matar

Las fotografías que derrumbaron la versión oficial mostraban a un grupo de policías con chalecos antibalas que se atrinchera alrededor de una vulcanizadora. Al menos tres de ellos llevan armas de alto poder y están hincados, disparando a blancos no identificados. A 12 meses del desalojo no hay duda de que disparaban a la población.

Mario Arturo es uno de los fotógrafos que tomó esas instantáneas. En entrevista, recuerda que los balazos sonaban en Nochixtlán desde antes que se acercaran al cerco policiaco. Explica que cuando llegaron a la comunidad, él y otros cuatro fotoperiodistas rodearon el sitio donde estaban los policías.

“Luis tenía la perspectiva de un lado de la vulcanizadora y yo tenía la del lado opuesto, entonces cuando los policías se atrincheran y disparan, desde ahí pues cubrimos ambos lados, no había forma de que pudieran decir que no era cierto”, recuerda.

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El peso de las imágenes

Luis Cruz, otro de los fotógrafos presentes en el enfrentamiento, señala que la tecnología fue la que permitió el impacto de su fotografía de la vulcanizadora. Esa foto, relata Luis en entrevista, fue tomada entre las 10 y las 10:30 de la mañana. A pesar de que policías le arrojaron piedras que lo hirieron en una pierna y le exigieron que no se publicaran las imágenes, Luis la envió antes de las 11 y para las 2 de la tarde la agencia AP ya la estaba difundiendo a nivel internacional.

La Comisión Nacional de Seguridad emitió una tarjeta informativa donde afirmaba que las imágenes “eran totalmente falsas”, pues los policías “estaban desarmados” y en el desalojo habían actuado de acuerdo a protocolos.

Como respuesta la “agencia publicó los metadatos de la fotografía, donde viene la fecha y la hora en la que fue tomada la imagen”, explica Luis, quien lleva 15 años como fotoperiodista. La noche del domingo, ante el peso de las imágenes, el entonces comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, admitió que un grupo de agentes usó sus armas durante el operativo.

Memoria histórica

Un año después de los hechos de Nochixtlán, un colectivo de 12 fotoperiodistas oaxaqueños recolectó material emblemático y lo reunió con imágenes inéditas del desalojo y las víctimas mortales que dejó. El resultado fue una exposición de 28 instantáneas llamada “12 miradas de un conflicto”, un ejercicio que aporta testimonios de un agravio contra la sociedad y un esfuerzo por valorizar la labor del fotógrafo.

“Nosotros documentamos lo que veíamos y llevamos esa información a la sociedad; la labor de la sociedad es responder a esa información”, dice Mario Arturo, fotógrafo de 29 años. Edwin Hernández, uno de los impulsores de la muestra, está de acuerdo. “Veíamos cosas que la gente no creería, un policía quemando motos o destrozando carros, si ven la fotografía, lo creen”, explica.

A ello se suma la divulgación de imágenes que no se dieron a conocer en su momento. En la exposición se incluye una imagen que complementa la de los policías disparando. En ella se observan cuerpos, y un escudo de policía protegiéndolos. “Los disparos que venían de la vulcanizadora ‘Reyes’ le pegaron a estos muertos, a las personas que estaban en este lugar. Ahí vemos la importancia de la imagen, gracias a ella vemos que sí se concretó (la agresión), tenemos la imagen de los muertos en el lugar”, afirma Edwin Hernández.

Alba Cruz, de la organización Código DH, menciona que la muestra contiene elementos que deben ser analizados por la PGR pues revelan perspectivas distintas de los enfrentamientos, mientras que el presidente de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos en Oaxaca, Isaac Torres, señala que es un “reflejo intacto” de lo sucedido hace un año en Nochixtlán.

La muestra fue exhibida en la capital de Oaxaca en la sede del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo; posteriormente en instalaciones de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca y la próxima semana se comenzará a instalar en un centro de arte de la ciudad de Puebla.

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