Se trata de 24 centros educativos que están reconstruyéndose muy lentamente: llevan entre 20% y 50% de avance y el retraso afecta a 6 mil 100 niños, ya que las clases se dan en un ambiente precario que no facilita el aprendizaje, denunciaron autoridades escolares.
Para reconstruir este plantel, la aseguradora realizó una licitación en la que resultó ganadora la empresa Vásquez, desde entonces se encarga de los trabajos que se realizan en la escuela.
El proceso ha sido tan lento que en ocho meses apenas se ha logrado colar una nave de dos aulas, otra nave está en proceso de cimbrado, seis espacios más llevan 40% de avance y el resto, un 10% de la cimentación. Otras dos aulas ni siquiera se han trazado sobre la tierra.
Los trabajadores van de un lugar a otro cargando cemento, palas y picos. La tierra acumulada, las varillas esparcidas en el piso y otras más brotan de la tierra. Cerca de ahí, 400 niños corren, caminan, juegan. La escena ya es parte de su escenario diario desde hace ocho meses, cuando llegaron los obreros con su equipo de reconstrucción.
Mientras esperan sus nuevas aulas, los alumnos toman clases en los salones provisionales, estructuras metálicas dentro de las que soportan temperaturas de hasta 40 grados que deshidrata a algunos, a otros los fatiga y los duerme.
Muchos maestros optan por dejar de enseñar después de las 12 del día cuando el calor se hace más insoportable dentro de las aulas de lámina, aun con ventilador.
El argumento de la empresa para el retraso es que los trámites de pago del seguro son en exceso burocráticos y eso alenta los trabajos.
“No es la única escuela con atrasos, en la Zona Escolar 088 son 24. En algunas las empresas abandonaron los trabajos porque alegan que Iocifed no les paga”, detalla Abundio Nicolás, supervisor escolar. Como respuesta el instituto afirma que el retraso se debe al proceso de estimación que consiste en verificaciones y comprobaciones.
La empresa recibió dos contratos por 8 millones de pesos para construir en una primera etapa seis aulas con módulo de escalera externa, rehabilitar una nave con tres aulas y una barda perimetral. En la segunda etapa se tenían contempladas cuatro aulas.
De la primera etapa, desde febrero de 2018 a marzo pasado entregaron 70% de las obras. De la segunda etapa no hicieron nada. Para poder concluir, Incla, una nueva empresa, retomó la obra y subcontrató a otra constructora.
“Más de un año y no cumplieron. Nos dejaron la obra en 70%, después de que presionamos y retuvimos a los trabajadores se logró que otra empresa lo retomara. Así vamos a terminar otro año y no concluyen. Lo peor de todo es que hay 400 millones de pesos que no se han podido liberar. Mientras los niños están en salones sin ventiladores, sin luz y el calor no se aguanta”, dice el directivo.