Sedatu excluye a comerciantes de demolición
Canaco de Juchitán acusa que quedaron fuera de retiro de escombros y reconstrucción; empresas contratadas tiraron restos de las viviendas en zonas no autorizadas: alcaldesa
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) no incluyó a los comerciantes en el programa de demolición de viviendas colapsadas en el terremoto del 7 de septiembre, denunciaron representantes de este sector, del Istmo de Tehuantepec.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Juchitán, Juan Gilberto Prado, reveló que los comerciantes se percataron que quedarían fuera de los beneficios de las demoliciones, retiro de escombros y reconstrucción cuando las brigadas de Sedatu empezaron a censar las viviendas.
“Nuestros negocios no fueron censados y nadie de los mil 800 comerciantes establecidos de la ciudad recibió el folio de pérdida total o pérdida parcial. Hasta el momento, no hemos recibido ningún apoyo, salvo 10 mil pesos que aportó BanOaxaca”, señaló Prado.
La institución financiera del gobierno estatal entregó a fondo perdido 55 millones de pesos a cinco mil 400 comerciantes afectados, establecidos en los 41 municipios del Istmo. “Ese apoyo sirvió para recuperar el inventario de artículos que se perdieron con el derribo de las construcciones”, explicó Prado.
Para el presidente de la Asociación de Profesionistas y Empresarios del Istmo (Proempi), Juan González Davar, “fue injusto” que el programa del censo, de demoliciones y reconstrucción haya excluido “a los comerciantes, a los que generamos empleos y a los que contribuimos con el desarrollo de la economía regional”.
Con dicha exclusión, cada comerciante deberá pagar para demoler las construcciones.
De acuerdo con la Canaco juchiteca, antes del terremoto funcionaban unos mil 800 comercios en el municipio, de los cuales 800 tuvieron pérdidas totales y los otros mil, pérdidas parciales.
Uno de los edificios dañados severamente por el terremoto fue el de Casa Grande; el empresario Juan González Dávar decidió rescatarlo por su valor histórico. En sólo tres semanas de trabajos de rescate ha gastado poco más de 300 mil pesos y “falta ver cuánto costará la reconstrucción”, dijo González Davar.
Desde el viernes 10 de noviembre, un automóvil con altoparlante recorre las calles de la ciudad. Se invita a los damnificados que cuenten o no con folio, que estén interesados en la demolición de sus viviendas y comercios, a que acudan al módulo de Caminos y Aeropistas de Oaxaca (CAO), o a la regiduría de Obras Públicas para que puedan ser auxiliados.
“Muchos comerciantes y empresarios quisieran obtener un crédito bancario a tasa cero, pero no hay. El gobierno de Oaxaca anunció que gestionó un monto de 200 millones de pesos para facilitar los préstamos, pero hay que ir a la capital oaxaqueña, lidiar con bloqueos de carreteras y la toma de la Ciudad Administrativa, donde está la Secretaría de Economía”, señaló el dirigente de la Canaco de Juchitán.
Además, señaló Prado, tenemos casos de compañeros empresarios que ya obtuvieron la cédula para que les otorguen el crédito; sin embargo, se topan con la sorpresa de que muchos bancos no tienen en sus catálogos de financiamiento clínicas, hospitales o empresas de construcción, denunció.
Incumplen empresas
Las tres empresas “madres”, contratadas por la Sedatu para demoler viviendas en Juchitán, incumplieron con el programa de demoliciones y retiro de escombros, denunció la presidenta municipal, Gloria Sánchez López.
Las empresas Planea, AG Construcciones y Proyectos e Inmobiliaria, y Construcciones del Golfo “les valió madres el programa de demolición, dejaron los escombros tirados o los fueron a depositar a orillas de la carretera federal, que no fueron los sitios asignados por el gobierno municipal y la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales)”, añadió la alcaldesa de Juchitán.