Con prisas, buscan instalar otros tres parques eólicos en el Istmo
Defensores comunitarios detectaron fallas en análisis ambientales que realizaron las empresas para lograr dos permisos en Unión Hidalgo; en Juchitán, las obras nunca pararon
Norberto Altamirano Zarate, integrante del Grupo de Defensores Comunitarios de Unión Hidalgo, es contundente al afirmar que el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene prisa por otorgar los permisos por 40 años para dos nuevos proyectos eólicos en esta comunidad zapoteca.
Lo mismo piensa Mariano López, miembro de la Asamblea del Pueblo Juchiteco, quien no duda que la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de desechar el amparo para invalidar la consulta que permitió la construcción del nuevo parque en Juchitán, se debe a que buscan que sea la última obra que inaugure el aún Presidente de la República.
Un permiso en 15 días
Edgar Martín Regalado, Gabriel Sánchez Cruz, Beatriz Belmont Sandoval, Norberto Altamirano y Flor María Fuentes, integrantes del Grupo de Defensores Comunitarios de Unión Hidalgo, pasaron casi una semana analizando cada una de las mil páginas de los dos Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA) de los proyectos La Palmita 1 y La Palmita 2.
Dichos documentos fueron presentados por la empresa Gesa Oax I, S, de R. L de C. V, filial de Siemens Gamesa, ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para lograr el permiso de operación de estos nuevos parques eólicos en Unión Hidalgo.
Los activistas detectaron que los MIAs se realizaron en un tiempo récord de 15 días, cometiendo varios errores en el trabajo de elaboración del informe, la prisa con que se ejecutó el estudio fue para que antes de esas dos semanas la Comisión Reguladora de Energía (CRE) emita el permiso correspondiente por 40 años de operación de los parques eólicos. Todo esto ante el temor de que se retrase la aprobación del permiso o que el nuevo gobierno consulte al pueblo sobre los nuevos proyectos.
Los defensores comunitarios dicen que se mintió en los MIAs, al asegurar que Unión Hidalgo no es un núcleo agrario, cuando es un anexo del núcleo agrario de Juchitán. Tampoco se especifica que el proyecto está cerca de un estero y manglares, y se hizo un muestreo pobre de animales endémicos, por lo que señalan que se necesita más tiempo para un trabajo de campo más amplio.
“Es, a todas luces, un estudio que se hace al vapor. Al analizarlo descubrimos siete fallas, como señalar que las casas están a una distancia de 878 metros del proyecto, cuando están a 87 metros y por último, el estudio es un plagio de un trabajo de antropología”, refiere.
Los activistas agregan que estas fallas se deben a la prisa que se tiene para que “el gobierno dé el visto bueno, por eso exigimos a la Semarnat no aprobar esas MIAs y se integre al pueblo en su elaboración”, expusieron en conferencia.
La obra que no paró. En Juchitán, donde la SCJN desechó un amparo para invalidar la Consulta Indígena que permitió la construcción del parque eólico Binnisa de la empresa Energía Eólica del Sur S. A P. I de C. V, la obra está en sus últimos detalles para su próxima inauguración, asegura Mariano López, uno de los demandantes e inconformes por los vicios que se detectaron en dicha consulta que realizó la Secretaría de Energía, usando el Convenio 169 del Organización Internacional del Trabajo ( OIT).
Las dos controversias estaban en la SCJN, la primera la interpuso un grupo de juchitecos bajo el asesoramiento de la agrupación Fundar, y la segunda, otro grupo bajo el apoyo de ProDESC, ésta última es la que se va a dictaminar en una semana, aunque el fallo de la primera arroja luz de lo que podría ser el resultado de la segunda.
Mariano López asegura que el falló de la SCJN sólo es una formalidad, pues la construcción nunca paró, ni con la orden del juez de una suspensión temporal, la empresa siguió trabajando.
“La SCJN falla a favor de ellos, pues el parque ya está listo para su inauguración”, sentencia.