Los activistas detectaron que los MIAs se realizaron en un tiempo récord de 15 días, cometiendo varios errores en el trabajo de elaboración del informe, la prisa con que se ejecutó el estudio fue para que antes de esas dos semanas la Comisión Reguladora de Energía (CRE) emita el permiso correspondiente por 40 años de operación de los parques eólicos. Todo esto ante el temor de que se retrase la aprobación del permiso o que el nuevo gobierno consulte al pueblo sobre los nuevos proyectos.
Los defensores comunitarios dicen que se mintió en los MIAs, al asegurar que Unión Hidalgo no es un núcleo agrario, cuando es un anexo del núcleo agrario de Juchitán. Tampoco se especifica que el proyecto está cerca de un estero y manglares, y se hizo un muestreo pobre de animales endémicos, por lo que señalan que se necesita más tiempo para un trabajo de campo más amplio.
“Es, a todas luces, un estudio que se hace al vapor. Al analizarlo descubrimos siete fallas, como señalar que las casas están a una distancia de 878 metros del proyecto, cuando están a 87 metros y por último, el estudio es un plagio de un trabajo de antropología”, refiere.
Los activistas agregan que estas fallas se deben a la prisa que se tiene para que “el gobierno dé el visto bueno, por eso exigimos a la Semarnat no aprobar esas MIAs y se integre al pueblo en su elaboración”, expusieron en conferencia.
Las dos controversias estaban en la SCJN, la primera la interpuso un grupo de juchitecos bajo el asesoramiento de la agrupación Fundar, y la segunda, otro grupo bajo el apoyo de ProDESC, ésta última es la que se va a dictaminar en una semana, aunque el fallo de la primera arroja luz de lo que podría ser el resultado de la segunda.
Mariano López asegura que el falló de la SCJN sólo es una formalidad, pues la construcción nunca paró, ni con la orden del juez de una suspensión temporal, la empresa siguió trabajando.
“La SCJN falla a favor de ellos, pues el parque ya está listo para su inauguración”, sentencia.