Denuncian violencia sistemática en comunidades para implementar megaproyectos

La Asamblea Oaxaqueña en Defensa de la Tierra y el Territorio denunció la violencia sistemática “para la generación de terror en la población” con el objetivo de implementar los megaproyectos en las diferentes regiones de Oaxaca.

En su declaratoria, luego de tres días de jornadas de lucha denominadas Samir Somos Todas y Todos, aseguraron que las autoridades garantizan la impunidad de esta violencia y lo cual se traduce en destrucción del tejido social, la inmovilización de la protesta, destrucción y contaminación de los bienes naturales.

“En la Asamblea hemos coincidido que la violencia no será nuestra forma de lucha para la defensa de nuestra tierra y el territorio. Hacemos un llamado a los Pueblos de Oaxaca a seguir fortaleciendo y reconstruyendo nuestra organización comunitaria, así como el uso responsable de nuestras tierras y el cultivo de la milpa como base de nuestras resistencias”.

Sostuvieron que los megaproyectos que amenazan en Oaxaca, abarcan grandes hectáreas concesionadas que afectan a nuestras comunidades. El proyecto de proyectos, puntualizaron, que pretende reordenar el sureste mexicano es el Corredor Interoceánico para abrir el Istmo a los grandes capitales nacionales e internacionales.

“Se pretende convertir el Istmo en una gigantesca zona que no solo será de transporte de mercancía global, sino productora de materia prima, con grandes parques de maquiladoras para explotar la mano de obra de nuestros Pueblos y nuestros hermanos migrantes”. 

Dijeron que la prueba de ello es que la Guardia Nacional “se ha convertido en el muro móvil para impedir el libre tránsito y exterminar nuestras formas de vida”.

Las jornadas de lucha Samir Somos Todas y Todos fueron convocadas por el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, para constituir la Asamblea Oaxaqueña en Defensa de la Tierra y el Territorio con el fin de analizar las múltiples amenazas que enfrentan los pueblos de Oaxaca, así como construir acuerdos y llegar a consensos de lucha en defensa de “nuestras vidas, culturas, formas de organización propias y la Madre Tierra”.

Al final, la asamblea se pronunció por exigir justicia para los integrantes de CODEDI y libertad para Fredy García Ramírez; justicia para la comunidad de San Juan Bosco Chuxnabán, Mixe, ante los asesinatos de sus comuneros y ciudadanos.

Asimismo se solidarizaron con la lucha de la comunidad de Cuatro Venados, Zaachila, para la defensa de su territorio contra la minería y justicia para los integrantes de la Corriente de Sol Rojo, Ernesto Serna García -desaparecido- y Luis Armando Fuentes Aquino, asesinado; entre otras exigencias.