“Danza de los negros” de Chihuitán, pide “sitio” en la Guelaguetza
Esta danza tiene sus orígenes en el siglo XVI en los tiempos de la evangelización católica de los Frailes Dominicos, y su fusión con la tradición zapoteca musical de los sones tradiciones de la región istmeña
La llamada rotonda de las azucenas sintió el rigor de los chicotes y vibró con la fuerza de los saltos de los danzantes de Santo Domingo Chihuitán, que por primera vez presentó la “Danza de los negros” y “Las fiestas de mi pueblo” en la edición matutina de la octava de la Guelaguetza 2017, donde pidieron “sitio” (permiso) como parte de la tradición de ese pueblo de la región del Istmo de Tehuantepec.
Los miles de asistentes fueron cautivados con esta danza que tiene sus orígenes en el siglo XVI en los tiempos de la evangelización católica de los Frailes Dominicos y su fusión con la tradición zapoteca musical de los sones tradiciones de la región istmeña, en la que se incluyen la banda de música regional, así como mujeres y hombres que portaron con orgullo sus trajes de gala y bailaron al ritmo de la tradicional “Sandunga”.
Eliseo Rodríguez Morales, danzante de la delegación de Santo Domingo Chihuitán, comentó en entrevista que la “Danza de los negros”, simboliza el combate de moros y cristianos; la yegua representa el bien y la pureza, por eso el danzante porta una máscara blanca; y por otra parte, los negros son los desobedientes, y por ello los castiga.
Indicó que esta danza conserva su carácter ritual y religioso, ya que forma parte de “Las fiestas de mi pueblo” y se presenta en las festividades en honor a Santo Domingo de Guzmán que inician el 31 de julio con una calenda que es encabezada por “Los negros”.
Rodríguez Morales relata que para el 1 de julio los danzantes acuden desde las ocho de la mañana a la iglesia donde hacen el pedimento, oraciones y promesas, posteriormente pasan a la presidencia municipal para conseguir el permiso de la autoridad para llevar la danza de casa en casa, duran 12 horas bailando durante los cinco días consecutivos que dura la festividad en aquel rincón de la región del Istmo que se encuentra a seis horas de distancia a la capital oaxaqueña.
Con permiso
Pedir “sitio” (permiso) formar parte de la tradición de esta danza, explica el danzante, “cuando vamos a cada casa del pueblo decimos: Atención, y se nombra al dueño de la casa… nosotros venimos a ver si nos da permiso de bailar en su sitio, y que llegue la yegua que nos trajeron los dominicos; a lo que ellos nos responden: ya cumplimos con el deber con nuestro pueblo y nos ofrecen comida, bebidas, otras veces dinero”, relató que eso es lo que gritan en zapoteco al unísono mientras hacen vibrar el piso donde brincan con fuerza.
Comentó que la máscara que portan “los negros” está hecha de un árbol que crece en la comunidad que da madera ligera, por lo que no pesa, las cejas que tiene se obtienen de la piel de animales como el conejo y el venado, mientras que los bigotes son del pelo de toro o vaca; la yegua se elabora con varas de los cocos y el vejuco es de chupamiel, forrado de manta gruesa, donde tienen pegadas dos cartulinas que traen documentos firmados por sus autoridades municipales, y todos portan huaraches de tres correas típicos del Istmo.
Para poder participar en la Guelaguetza, los danzantes tienen apoyo de sus autoridades municipales, otra parte la absorben ellos mismos con recursos que obtienen al momento de pedir “sitio” (permiso) en las casas donde presentan la danza durante su fiesta anual.
Danza primeriza
Eliseo Rodríguez Morales, danzante de la delegación de Santo Domingo Chihuitán, explicó que sintieron mucha emoción al presentarse en la Guelaguetza que es el máximo encuentro de las culturas de las ocho regiones de Oaxaca, “es un orgullo representar hoy al Istmo de Tehuantepec y a nuestro pueblo”, destacó al finalizar la presentación en el auditorio Guelaguetza.
Comentó que ya habían presentado su proyecto ante el Comité de Autenticidad de la Guelaguetza desde hace tres años, “fuimos creciendo gracias a las críticas constructivas de los integrantes del Comité de Autenticidad, es una danza tradicional y única en la región del Istmo, este año se valoró lo auténtico que es esta danza; la cultura de Oaxaca es muy extensa y es bueno que den la oportunidad de que vengamos pueblos que no habíamos participado”.
Por su parte, Gaspar Andrés Pacheco, encargado de la delegación de Santo Domingo Chihuitán, informó que el grupo está conformado por 52 elementos, entre músicos de la banda regional de música, hombres que acompañan a las 14 mujeres, 8 danzantes de “los negros” y el danzante que representa la yegua.
En tanto que Víctor Vásquez Labastida, integrante del Comité de Autenticidad y director artístico de la Guelaguetza, detalló en entrevista que resulta trascendente brindar la oportunidad a comunidades que no se habían presentado antes en la Guelaguetza, para conocer sus tradiciones y costumbres, “son nuevas presentándose en el auditorio, pero atesoran tradiciones milenarias, y tienen un fuerte arraigo en su región, por lo que es importante que se sumen a la máxima fiesta de los oaxaqueños”.
Finalmente añadió que esto tiene un impacto relevante en las comunidades que se sienten más orgullosos de sus raíces y de su patrimonio cultural, “esto hace que tengan más ganas de seguirlas conservando y mantenerlas de generación en generación”.