Hay 15 localidades de Costa de Oaxaca con alto riesgo de tsunami
Las posibles zonas afectables por el fenómeno destacan por su cercanía al mar y las curvas de nivel que las conforman las siguientes localidades
Unas 15 localidades de la Costa de Oaxaca son consideradas con un riesgo “muy alto” y “alto” ante la probabilidad de un tsunami, de acuerdo con el Atlas de Riesgos Naturales de Santa María Huatulco 2012.
Para el caso del municipio de Santa María Huatulco existen zonas turísticas asentadas en la línea de costa con vulnerabilidad y posibilidad de verse afectada por algún fenómeno de ésta índole. Por ejemplo en la playa de Chahué, playa de Tangolunda, La Bocana, las playas de Boca Vieja y San Agustín que tienen una entrada de costa al continente más larga y que posiblemente el arribo de olas de dimensiones considerables de 12 metros puedan afectar estas playas por inundaciones en la costa.
Según el documento, la población en riesgo estimada en las 15 localidades asciende a mil 928 y el número de viviendas es de 493; seis de las poblaciones están catalogadas con una vulnerabilidad “baja” ante un tsunami y el resto como “alta”.
Las posibles zonas afectables por el fenómeno destacan por su cercanía al mar y las curvas de nivel que las conforman las siguientes localidades. La estimación de población y viviendas en riesgo se realizó a partir de los datos del Censo de Población y Vivienda.
“Pero se sugiere se pueda realizar un análisis más detallado mediante un Censo de prestadores de servicios turísticos (restaurantes, bares, hoteles) que permita evaluar el nivel de perdida estimado en función de la infraestructura expuesta.
“Adicionalmente realizar la estimación en diferentes temporadas de la población flotante de turistas y prestadores de servicios, para en su caso definir la ubicación de zonas de seguridad, refugio y albergues temporales con la capacidad adecuada, para prevenir víctimas en caso de ocurrir un Tsunami”.
El pasado 8 de septiembre tras el sismo de magnitud 8.2 grados que devastó la región del Istmo de Tehuantepec, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico emitió un aviso en costas de Oaxaca y Chiapas.
La Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca (CEPCO) informó en su momento que pobladores de localidades como Bajos de Chila, Cerro Hermoso, Lagunas de Chacahua y El Azufre, entre otras, fueron desalojados y otros de manera personal buscaron refugios en partes altas.
“Un riesgo importante relacionado con los terremotos y las erupciones volcánicas son los tsunamis o maremotos, que son olas gigantescas que alcanzan alturas máximas de hasta 35 metros junto a la costa, produciendo enormes pérdidas tanto materiales como humanas (…) En el caso de México, los más peligrosos son los que se originan como consecuencia de sismos de gran magnitud cuyo epicentro se encuentra a pocos kilómetros de la costa, en el Océano Pacífico”, explica el Atlas.
No hay cifras precisas sobre la altura que podría alcanzar una ola provocada por un tsunami; pero según el documento, se estima que para las costas de Baja California, Sonora y Sinaloa se considera en términos generales que la altura de ola máxima esperada es de tres metros, mientras que en el resto de la costa occidental dicha altura llega a 10 metros.
Un antecedente en el caso de Oaxaca, menciona, es el tsunami ocurrido en el año 1787. Según el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA), con sede en Morelia, ese año hubo un terremoto en el litoral de Oaxaca, “con magnitud estimada (porque no había instrumentación) de 8.4 grados, que provocó una ola que invadió las costas de esa entidad y de Guerrero; en la zona más cercana al epicentro, se inundaron hasta seis kilómetros tierra adentro, de acuerdo a fuentes documentales”.
Otro antecedente es el tsunami provocado por el efecto del sismo de Chile el 27 de febrero de 2010 que provocó que una ola de al menos dos metros de altura llegara a las costas de Santa María Huatulco y que ocasionó la volcadura de cinco lanchas, además de la evacuación de turistas de la zona de playas y la cancelación de la navegación marítima.
Sin embargo, advierte que no hay registros puntuales de los daños en los archivos municipales y del entonces propio Instituto Estatal de Protección Civil, ahora llamado CEPCO.