Salina Cruz: el puerto se fundó gracias a migrantes de 15 países
El puerto nació en el siglo XIX gracias a la llegada de europeos, árabes y asiáticos, por lo que su población es resultado de este mestizaje con los zapotecos originarios

Hace 141 años llegaron a esta ciudad los primeros migrantes de unos 15 países europeos, árabes y asiáticos, y hasta ahora sus descendientes conviven con la cultura zapoteca, aunque no olvidan sus orígenes y apuestan por mantener viva la memoria de abuelos y bisabuelos que llegaron a construir la infraestructura portuaria y el tendido ferroviario hasta el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, en los tiempos de don Porfirio Díaz Mori.
“Mi bisabuelo, Eduardo Dauz, era un ingeniero, llegó desde Inglaterra invitado por la compañía Pearson, para que realizara los proyectos para construir las instalaciones portuarias”, recuerda Ricardo Eduardo Romero Dauz, quien forma parte de la tercera generación de los primeros ingleses que llegaron a esta ciudad y que, como biólogo, trabaja en el establecimiento de granjas de camarones.
Por esas mismas fechas llegó el ingeniero militar inglés William Perry, quien trabajó en la proyección del puerto que finalmente, recuerda su bisnieto Ricardo Rosete Garibay, comenzó a construirse en 1894 y actualmente, como parte del Corredor Interoceánico propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, será ampliado para recibir barcos de carga con mayor calado.
Atraídos por el comercio y en busca de mejores destinos, a inicios del siglo XX, allá por 1903, llegaron otros migrantes desde Siria, como José Abraham Jadad, quien siete años después mandó traer a su esposa, Afisa Narcie Jadad, quien vivía en la ciudad árabe de Hama, según recuerda su bisnieto, César Moisés Eljure, un empresario que se dedica a la producción de sal en esta ciudad porteña.
Por el año de 1913, llegó desde la ciudad iraquí de Mosul, Simón Curioca, quien se dedicó al comercio, recuerda su bisnieto Simón: “Vendía de todo, desde botones, hasta hilos y peines. Aquí se quedó a vivir y nosotros nos identificamos como istmeños, shuncos, pero no olvidamos nuestros orígenes”, comenta.
Bisnietos de migrantes que llegaron a Salina Cruz.
Revivir la memoria
El pasado 20 de julio, el alcalde de Salina Cruz, Juan Carlos Atecas Altamirano, invitó a unos 150 descendientes de los migrantes extranjeros a un encuentro inédito en la historia de esta ciudad, donde todos compartieron anécdotas de sus bisabuelos que convirtieron a Salina Cruz en una sociedad cosmopolita, y que en la actualidad sus bisnietos y tataranietos reconocen su origen istmeño y su amor a esta ciudad que, como dice su himno, escrito por el compositor César Linton, “es una tierra bendita, bañada por el mar”.
De ese encuentro, destacó el alcalde, surgieron varias iniciativas, entre ellas la de buscar un acuerdo con las autoridades del Instituto de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), para que el primer lunes de cada mes se cante el himno Salina Cruz en todas las escuelas de la ciudad y la de buscar que la Secretaría de Educación Pública (SEP) incluya en los textos de historia, los pasajes esenciales en la fundación del puerto con la presencia de los primeros migrantes.
Por ello, tanto autoridades como los descendientes de los migrantes que participaron en la construcción de la infraestructura portuaria planean visitar las embajadas de unos 15 países que en la época del esplendor salinacrucense (1907-1914) abrieron sus consulados en Salina Cruz.
Esto, a fin de invitarlos a que participen en la instauración de la memoria, con esculturas que recuerden las tradiciones de cada nación que estuvo presente en la fundación del puertojunto con sus migrantes chinos, ingleses, alemanes, españoles, italianos, sirios, iraquíes, japoneses, filipinos, franceses, coreanos y norteamericanos.