En Loma Bonita, usan burros para acarrear la basura
A paso lento y con un carretón repleto de basura por arrastrar, “Conejo”, un asno, avanza por las calles del centro del municipio de Loma Bonita, al norte del estado
A paso lento y con un carretón repleto de basura por arrastrar, “Conejo”, un asno, avanza por las calles del centro del municipio de Loma Bonita, al norte del estado. Este animal de carga, como al menos 50 más, forma el ejército de burros que ofrecen el servicio de correlección de bausura todos los días.
Mientras que esta especie es catalogada como uno de los animales en peligro de extinción a nivel mundial, en esta ciudad urbana de la región baja de la Cuenca del Papaloapan el asno es parte fundamental de la vida sus habitantes, más para aquellos que su sustento económico dependen del trabajo del animal.
“Conejo” tiene aproximadamente tres años de vida, calcula Arturo, un niño de 13 años de edad que trabaja desde los siete años como recolector de basura en el carretón que conduce.
En las calle de esta comunidad, es posible ver al mismo tiempo la circulación de vehículos, transporte público, e incluso camiones de basura, a la par de estos animales que aún son utilizados como medios de carga y de transporte.
Un censo agropecuario del 2007 indicó que en México existían al menos 581 mil 401 burros, con mayor población en Guerrero y Oaxaca con 93 mil 57 y 71 mil 77 asnos, respectivamente; la cifra total representó una disminución en comparación a este mismo censo en 1991, que reportó un millón y medio de burros en el país.
El medio para vivir
Para Arturo y su hermano menor, los carretones de basura son el único trabajo que les permite tener ingresos diarios por más de 100 pesos y seguir sus estudios.
El adolescente, que desde hace seis años de dedica a esta labor, detalla que son más de 50 los carretones con burros que se encargan de recolectar la basura en colonias y el centro de esta ciudad, a la par de cuatro camiones de basura que cubren sólo cuatro rutas.
“Los presidentes han prometido que nos van a cambiar los burros por motos, pero no lo hacen, así que pues seguimos con burritos, aunque los viejitos ya avanzan muy lento”, apunta el estudiante de secundaria.
Desde las sies de la mañana, cada día, el trabajo comienza para los hombres y para los asnos; cerca del medio día poco a poco la flota de carretones se encuentra en el camino con dirección al basurero municipal, a orillas de la ciudad.