Comunidades indígenas exigen al gobierno federal la cancelación del Corredor Interoceánico
Los firmantes argumentan que los pueblos de la zona afectada por este proyecto no han sido informados de manera apropiada
Juchitán de Zaragoza—. Más de 150 organizaciones y movimientos sociales, comunidades indígenas y negras, organizaciones no gubernamentales, colectivos de distintas entidades: Veracruz, Oaxaca, Campeche, Chiapas y Tabasco, así como personalidades artísticas y académicas, exigieron a través de un pronunciamiento al gobierno federal y a los gobiernos de dichos estados la cancelación inmediata del "Programa de Desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec Corredor y Tren Interoceánico".
Manifestaron su total rechazo a la ejecución gradual del proyecto federal, que llamaron "sigilosa pero persistente", bajo el argumento de que constituye un grave atentado en contra de la naturaleza, de los derechos de los pueblos indígenas y del pueblo negro, de la soberanía nacional, de la supervivencia de las generaciones futuras de la región del Istmo y de todo país.
Los firmantes argumentan que los pueblos de la zona afectada por este proyecto no han sido informados de manera apropiada, y no se ha respetado su derecho a la libre determinación, por medio del cual puedan expresar su aprobación o su rechazo de dicho programa, a través de sus respectivas actas de asamblea.
"En cambio, existen amparos en contra del paso apenas inicial de este conjunto de megaproyectos, consistente en la modernización de la actual vía férrea, cuya Manifestación de Impacto Ambiental, presentada por la empresa ‘Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec S.A de C.V’, esta plagada de errores y dolosas omisiones," señalan.
Resaltaron que los proyectos de “desarrollo” instrumentados anteriormente en la región del Istmo con el corredor industrial y petroquímico de Minatitlán-Coatzacoalcos en Veracruz y de Salina Cruz-Tehuantepec en Oaxaca, no han beneficiado realmente a las poblaciones locales pese a sus promesas de “modernidad y bienestar”; por el contrario, afirman, “han generado un deterioro severo en sus formas de vida, en sus culturas, en el medio ambiente, en el tejido social comunitario y se han visto afectadas por un aumento de la militarización”.
“Además, resulta ampliamente documentado y comprobado que la zona del corredor Minatitlán-Coatzacoalcos, a menos de 40 años de su implantación en la cuenca baja del Río Coatzacoalcos, ha pasado a convertirse en la zona más contaminada en suelos, agua y aire de todo el país, con graves consecuencias en la alteración climática regional", declararon.
Ante ese panorama, se pronunciaron también por construir una propuesta alternativa, a partir de una reflexión y un dialogo horizontal, adecuada al entorno sociocultural y natural de esa región, misma que tengan como base el bien común, el bienestar de las comunidades, de la población urbana pobre, y que contemple de manera prioritaria los derechos de la naturaleza y de las poblaciones afectadas.