Tren Interoceánico: el sueño cumple 113 años

La idea de AMLO de unir el Pacífico y el Atlántico se materializó por primera vez en enero de 1907

Municipios 30/01/2020 08:16 Alberto López Salina Cruz, Oaxaca Actualizada 09:20

Acariciada por décadas la idea de unir por tierra los oceános Pacífico y Atlántico, que hoy impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, se logró por primera vez hace 113 años, cuando el 23 de enero de 1907 el tren llegó a suelo oaxaqueño, a través del  Istmo de Tehuantepec.

Fernando Villalana Cabrera, cronista del puerto  de  Salina Cruz,  cuya vida ha estado siempre ligada al ferrocarril,  explica que la primera concesión para construir un tren interoceánico fue entregada el 1 de marzo de 1842 por el  entonces presidente de México, Antonio López de Santa Ana, cuando todavía no existía si quiera la  ciudad porteña, que  se fundó en 1901.

 El dueño de esa primera concesión, José De Garay, no cumplió, por lo que el permiso se traspasó  a una  compañía inglesa que  se la vendió a otra de Estados Unidos  y a partir de 1853 envió a especialistas a realizar los estudios técnicos.

Fue hasta 1857 cuando  el gobierno de Ignacio Comonfort cedió los permisos del tren a la compañía norteamericana de Luisiana, que abrió la primera ruta marítima de Veracruz al Istmo.

Gracias  a  esas  visiones futuristas de unir ambos oceános  que,  entre 1878 y 1894, varias empresas de diversas nacionalidades construyeron la primera línea ferroviaria del Tren Interoceánico.

captura6_0.jpg
Foto: Archivo EL UNIVERSAL

Según las investigaciones de  Villalana Cabrera, como en esa época no había instalaciones portuarias y el tendido ferroviario presentaba deficiencias, el tráfico de mercancías entre ambos océanos se vio limitado.

Cuatro años después, en  1898, con Porfirio Díaz en la presidencia, se aprobó la reconstrucción de la ruta transístmica y por fin  se unieron  los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y de Salina Cruz, en Oaxaca.

Dichas instalaciones fueron  inauguradas el 23 de enero de 1907 por Porfirio Díaz. Así nació el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. “Por eso cada 23 de enero tenemos fiesta en Salina Cruz y unos días antes, el día 20, celebramos la fiesta del día  en que   el puerto alcanzó la categoría de municipio libre. Salina Cruz cumplió 119 años de existencia y el ferrocarril junto al puerto, 113 años, en este 2020”, refiere el cronista porteño.


Bonanza de un rato

Pero la bonanza que trajo el tren duró pocos años y  hasta ahora el puerto no ha vuelto a registrar esa etapa de esplendor económico que vivió entre 1907 y 1915.

Lamentablemente, recuerda el cronista, en 1914 se abrió el Canal de Panamá: los barcos dejaron de llegar y el puerto, inaugurado siete años antes, dejó de funcionar. El ferrocarril, sin cargamentos que llevar, suspendió sus operaciones, que se reanudaron en 1936, luego de  que el entonces presidente Lázaro Cárdenas reinaugurara el ferrocarril y el puerto.

En ese periodo, el gobierno de Cárdenas inauguró el dique seco, donde la Armada repara y construye barcos que vigilan los mares del país, y Salina Cruz se convirtió en una terminal petrolera que en 1979 dio lugar a la creación de la Refinería Antonio Dovalí Jaime. Fue hasta entonces que el ferrocarril recuperó su dinamismo como tren de carga y  pasajeros, pero el esplendor no llegó.

En 1999, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, el sistema ferroviario del país se privatizó.

captura5_1.jpg
Foto: Edwin Hernández

Desde entonces, a pesar que el gobierno creó el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, para cuidar la soberanía en la región istmeña, no hay movimiento comercial de trenes entre Salina Cruz y Coatzacoalcos.

“Estamos seguros que el plan de López Obrador del Corredor Interoceánico nos dará la oportunidad para que Salina Cruz recupere su esplendor comercial e industrial, y para que los 79 municipios  istmeños de Oaxaca y Veracruz desarrollen sus potencialidades agrícola, ganadera, pesquera, artesanal y comercial”, confía Juan Carlos Atecas, el edil porteño.

       —También te interesará:

Comentarios