Respecto a las tres víctimas mortales civiles, estas fueron identificadas como dos autoridades comunitarias y un ciudadano, todos originarios de San Miguel El Grande.
De acuerdo a los reportes oficiales, las cinco personas que perdieron la vida durante el ataque fueron identificas como el agente de la comunidad de Guadalupe Victoria, José P.; el agente de la población de Lázaro Cárdenas, Gabriel C., y Román C., vecino de San Miguel El Grande. Mientras que los dos elementos de la AEI fueron identificados como José Luis C., y Moreno P.
La fiscalía estatal informó que derivado de la emboscada, en el lugar falleció el agente J.L.D.C.T, mientras que el policía investigador M.O.M.P murió en el hospital de Chalcatongo, donde también son atendidos los elementos A.C.J. y J.C.C.T.
En un comunicado, la FGEO, instancia a la que está adscrita la Agencia Estatal de Investigaciones, a la que pertenecían los elementos asesinados, condenó los hechos, y los calificó como un “ataque directo y una afrenta a las fuerzas del Estado”. También señaló que se usarán todos los medios para dar con los responsables.
“Para la institución, este ataque directo representa una afrenta contra las fuerzas del Estado, por lo que se habrán de agotar todas las investigaciones y acciones para sancionar a las personas responsables de la comisión de estos hechos; ante lo cual ya se cuenta con un avance importante en la identificación de los mismos”, precisa el documento.
La instancia de procuración de justicia aseguró que a unas horas del ataque armado ya cuenta con un avance importante en las investigaciones correspondientes para dar con el paradero de las personas responsables de esta agresión.
Tras la emboscada, se desplegó en la región un fuerte operativo en el que participan más de 100 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Seguridad Pública, Guardia Nacional y de la propia Fiscalía General del Estado.
El conflicto que existe entre San Miguel El Grande y Llano de Guadalupe, que pertenece a Tlaxiaco, data al menos de 1942 y consiste en la disputa de 7 mil 964 hectáreas de bosques. A partir de mayo pasado el conflicto se reactivó y desde entonces ha escalado la violencia en la zona.
A principios del mes de mayo, un grupo de hombres armados obligó a más de 150 personas de la comunidad de Lázaro Cardenas a dejar sus hogares tras un ataque que dejó heridos y tres personas asesinadas. Los agresores, además, incendiaron 18 viviendas y vehículos.
Desde entonces, a la fecha, elementos de la GN y de la Policía Estatal, además de autoridades comunitarias de San Miguel El Grande mantienen resguardado lo que queda de las pertenencias de las familias de Lázaro Cardenas, quienes huyeron pero se mantienen firmes en la defensa de su territorio.
Además, este medio informó que de acuerdo con el gobierno oaxaqueño, esta disputa se ha agravado por la tala clandestina y la intención de controlar la explotación de los recursos forestales de la zona.