Juchitán, Oax. – Con la nueva ley de aguas, será necesario que el gobierno mexicano invierta más en el distrito de riego 019 del Istmo, para tecnificar el proceso de irrigación e impulsar la producción agropecuaria en la región istmeña.
El presidente de la Red Mayor del distrito de riego 019, Óscar Gómez Hernández, dijo que, para evitar problemas futuros con la nueva ley de aguas, se debe frenar el desperdicio por conducción y evaporización que se presenta en el canal principal de riego.
Para evitar que se desperdicien seis litros por cada 10 que corren por los 69 kilómetros del canal principal que sale de Las Pilas a Unión Hidalgo, la CONAGUA debe invertir en la pavimentación de los 55 kilómetros que están pendientes de modernizar, dijo.
Ese desperdicio del 60 por ciento que se presenta en la conducción del agua, ya sea porque se filtra al suelo o se evapora, no es reciente, hay estudios que la pérdida del agua data desde 1999, cuando CONAGUA transfirió la infraestructura de 12 módulos a los ocho mil campesinos istmeños.
Con la nueva ley del agua, los campesinos del distrito de riego podrían ser sancionados por el desperdicio y por eso, desde ahora, estamos solicitando a la CONAGUA que asuma su responsabilidad como órgano operador e invierta en la tecnificación.
Una vez que los 69 kilómetros del canal principal estén modernizados, los campesinos dueños de las parcelas cercanas, podrán solicitar su inscripción en los programas de apoyo para modernizar sus sistemas de riego a través del sistema de goteo o de aspersión.
Actualmente, mil litros de agua destinado al riego, le viene costando a un campesino la cantidad de nueve pesos con 63 centavos. Es una de las tarifas más económicas del país, pues con 80 pesos se riega una hectárea, a diferencia de las entidades norteñas donde cuesta dos mil 500 pesos.
La nueva ley de aguas, dijo Óscar Gómez Hernández, nos obliga a los campesinos y ganaderos a abrir la cartera, pero también obliga al gobierno para que nunca olvide su responsabilidad para que garantice apoyos a la producción agropecuaria, que nos dará la soberanía alimentaria.