Juchitán de Zaragoza.— En el municipio de El Espinal, en el Istmo de Tehuantepec, dijeron que la encuesta del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para medir la fortaleza de sus aspirantes a la presidencia sería casa por casa, presencial o por teléfono. Nadie vio a los encuestadores y nadie recibió llamada alguna, pero resultó ganadora Esperanza Benítez Arizmendi, presidenta de la asociación civil Romelia Arizmendi Toledo, fundada en 2020.

“Nadie vio a los encuestadores y no sabemos cómo y por qué Morena designó como a su candidata a una persona sin la encuesta. Yo creo que nos mintieron”, acusa Aurelia Benítez, otra aspirante que encabeza la coalición Va por Oaxaca, del PRI, PAN y PRD.

En El Espinal, con alrededor de nueve mil habitantes y unas tres mil viviendas, gobierna actualmente Morena, con el médico Hasael Matus Toledo al frente del  ayuntamiento, quien desistió de la idea de buscar la reelección. Por ahora, entre los votantes reina la incertidumbre ante el abanico de opciones que tienen enfrente, porque además, el partido con registro estatal, Unidad Popular, inscribió a Isabel Sánchez Ferra, licenciada en Administración, como su candidata.

Asimismo, en Ciudad Ixtepec, la militancia morenista desconoce si su candidata es Gabriela Olivera o Angélica Rosado. Lo publicado por Morena da la victoria a Olivera, pero Rosado dice en entrevista que le pidieron esperar resultados oficiales.

La inconformidad también surgió en otro municipio de la región, Santo Domingo Tehuantepec, donde la encuesta avaló que la actual presidenta, Vilma Martínez, vaya por la reelección. Sus contendientes internos, Maricela Barriga y Pedro Rosado, anunciaron que impugnarán los resultados de la encuesta. 

Y en Asunción Ixtaltepec, la exaspirante a la candidatura de Morena, Celia Mendoza, denunció que fue víctima de violencia política de género. “El diputado Fredie Delfín me había confirmado que Ixtaltepec estaba reservado para el género femenino, pero cambiaron la decisión”, señaló.

En el actual proceso electoral lo que particularmente se ha visto en todos los partidos son procesos desaseados, poco claros, que no sólo rebasan a la ciudadanía, sino también a sus propios militantes en la designación de las candidaturas. 

Esta semana EL UNIVERSAL dio a conocer que ante las diferencias y pugnas por las candidaturas a las presidencias municipales y diputaciones locales son un reflejo de la crisis de los partidos políticos no sólo en Oaxaca, sino en el país.

En entrevista, Víctor Juan Martínez, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Pacífico Sur, la nombró como una crisis del sistema partidista, una ausencia de los canales de representación efectiva y aunque haya personas valiosas dentro de todos los partidos, se ven  sojuzgados  por el aparato partidista que está imponiendo candidatos, en razón de intereses de distinta índole.