Decisiones "erráticas" frenan obras y devoran recursos de rompeolas de Salina Cruz; lleva 20%

Juchitán de Zaragoza.– Desde su concepción, la obra denominada “Conclusión del rompeolas oeste en el puerto petrolero de Salina Cruz, Oaxaca”, enfrentó sus primeros problemas, ya que ninguna de las 59 empresas participantes ganó el concurso para ejecutar los trabajos y, por esa razón, la Administración Portuaria Integral de Salina Cruz (Apisal) declaró desierta la licitación LO-009J3GG999- E14-2019, publicada en noviembre de 2019.

La obra fue adjudicada de forma directa a las compañías Infraestructura Marítima y Portuaria y GAMI Ingeniería e Instalaciones el 28 de febrero de 2020; a 20 meses de la fecha de entrega, debería tener un avance de 50%; no obstante, lleva 20%, de acuerdo con las estimaciones del representante local de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), Noé Pérez Urquidi, que ganó el permiso para acarrear las rocas que se requieren en la construcción de la escollera.

Foto: Especial

Desde el inicio de los trabajos de construcción del rompeolas oeste, en las inmediaciones de la comunidad de Salinas del Marqués, la obra ha registrado constantes problemas que a su vez han derivado en paros ocasionados por pescadores, ostioneros, productores de sal y transportistas o camioneros.

Funcionarios de la Secretaría General de Gobierno (Segego), como Venustiano Gutiérrez Reyna, que forma parte de la Comisión de Enlace entre el gobierno oaxaqueño y la Apisal, tienen documentado que inmediatamente después de que arrancó la construcción de la escollera en abril de 2020,  los trabajos se suspendieron  por media docena de protestas a partir de julio y que se prolongaron el resto del año.

Fuentes de la Segego señalan que, con la finalidad de acabar con las constantes interrupciones en los trabajos  de construcción del rompeolas oeste, el gobierno de Oaxaca autorizó pagos por un millón 250 mil pesos a 500 pescadores ribereños, 250 mil pesos a 100 ostioneros y algo así como 2 millones de pesos, que aún no terminan de ser entregados, a 250 productores de sal, con el argumento de que la edificación de la escollera les acarreó pérdidas económicas.

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Sin embargo, explica Noé Pérez Urquidi, las principales causas del atraso en la escollera no radican ni en las protestas sociales ni en las diferencias que han tenido las organizaciones sindicales para el acarreo de las rocas sino en las decisiones erráticas de la Apisal, cuyos responsables, pese a las sugerencias de varios concursantes de extraer el material pétreo de los bancos de Rincón Bamba, optaron por el banco de piedra del ejido Salina Cruz.

A partir de la primera semana de enero de este año, se suspendió el suministro de material pétreo de dicho ejido  a la escollera, debido a la mala calidad de las piedras; las autoridades de la Apisal convinieron entonces con el ejido Mazahua, del municipio de Asunción Ixtaltepec, la compra de 2 millones de toneladas de roca para reanudar los trabajos para la conclusión del rompeolas oeste, proyectado para ser ejecutado en 36 meses, a partir del  inicio de la obra en abril de 2020.

Con ese convenio entre la Apisal y el ejido Mazahua surgió un nuevo problema interno con los dueños de unos 200 camiones tipo volteo que se encargaron de acarrear las rocas desde el inicio de la obra.

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No quieren que ingresen los dueños de los camiones tipo góndola, que tienen el doble de capacidad de los volteos que transportan 29 toneladas por unidad, pues los representantes de los tres sindicatos locales temen que sean desplazados del acarreo del material pétreo; desde el 8 de enero pasado, las obras nuevamente están detenidas.

El director de la Apisal, Raúl Huerta Martínez, se reunió la semana pasada con los dirigentes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM),  Carlos Alberto Mejía Gil; Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), Noé Pérez Urquidi, y de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT),  Hipólito Rojas.

Las reuniones, señala Noé Pérez, representante de la Catem, “nos han permitido plantearles a los directivos de la Apisal que todos queremos participar en el acarreo, que queremos trabajar, pero también queremos ganar y por eso estamos pidiendo que se incremente la tarifa de 300 pesos por toneladas y que paguen una deuda de poco más de un millón de pesos a los dueños de los 200 camiones de volteo, [dinero] que nos deben a partir de julio del año pasado”.

 

 

El representante de la CIT, Hipólito Rojas, dice que en esas reuniones se han expresado todas las preocupaciones, tanto de los sindicatos de transportistas como de las autoridades de la Apisal y del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), por los retrasos que acumula la obra del rompeolas oeste y porque “todos saldrán perdiendo” si no se concilian los diversos intereses que permitan que reanuden los trabajos en febrero de este año.

La escollera oeste de Salina Cruz es uno de los proyectos que impulsa el CIIT para fortalecer la infraestructura del puerto salinacrucense, facilitar el arribo de embarcaciones petroleras de mayor calado así como fomentar el desarrollo de la región.

De la inversión que se estima en 4 mil 147 millones de pesos, 2 mil 244 millones, el 71%, serán absorbidos por el acarreo de  rocas, según la  Apisal.

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En mayo del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador supervisó la obra, que tendrá mil 600 metros de largo, 120 metros de ancho y necesitará un total de 11 millones de toneladas de piedras.

Durante esa visita, el mandatario ofreció que la escollera oeste estará concluida a fines de 2022 y anunció que su operación estará a cargo de la Marina Armada de México.

EL UNIVERSAL buscó a las autoridades de la Apisal para conocer su postura, pero no obtuvo ninguna respuesta.