Dejan a medias obras de agua potable en 4 municipios del Istmo de Oaxaca por 200 mdp; nadie responde

Juchitán.– Obras con valor de  200 millones de pesos a cargo de la Comisión Estatal del Agua (CEA) quedarán  inconclusas en cuatro municipios del Istmo de Tehuantepec,  sin que funcionarios estatales o municipales se responsabilicen de los trabajos sin terminar.

En las ciudades de Juchitán, El Espinal, Ixtaltepec y Santo Domingo Zanatepec, la CEA ejecutaría obras para sectorizar la distribución del agua, como tanques elevados, sustitución de tuberías e incluso aplicación de medidores, entre los años 2019, 2020 y 2021; sin embargo, algunas no se terminaron, otras quedaron a medias y unas más ni siquiera se iniciaron.

Molesto porque en Juchitán quedó inconclusa la construcción de un tanque elevado del pozo uno y su interconexión con la red municipal de agua, con valor de 41 millones de pesos, el presidente municipal Emilio Montero pidió  al Congreso oaxaqueño que investigue el destino de los recursos.

 

 

Mediante un oficio del 8 de septiembre, Montero solicitó a la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la 65 Legislatura, Laura Estrada, que investigue  la aplicación de los 41 millones de pesos, toda vez que dicha obra, iniciada hace dos años y medio, apenas tiene un avance de 30%.

“Datos extraoficiales nos indican que esa obra ya fue finiquitada a una empresa, ignoramos cuál  sea, dejándola inconclusa y con la problemática social”, escribió el edil juchiteco en su misiva. Dicha obra, refieren fuentes gubernamentales, se pagó aún sin terminar a una empresa de papel inexistente.

 

 A medias y mal hechas

 

Como parte del programa de Modernización del Agua y Saneamiento de Oaxaca (MAS Oaxaca), que se financió mediante un préstamo del Banco Mundial, para mejorar la distribución y la calidad del agua en 19 municipios oaxaqueños, en El Espinal también se ejecutarían diversas obras por un monto de 27 millones de pesos, recuerda el exedil Hazael Matus Toledo.

“Eran obras que supuestamente se ejecutarían a través de licitaciones. A los presidentes municipales no nos permitían supervisarlas”, señala Matus Toledo, quien denuncia que en El Espinal la constructora dejó calles abiertas y 18 kilómetros de tuberías con fugas de agua por todas las vialidades y nunca se  terminó el tanque elevado.

“Al final de mi administración, en diciembre de 2021, alguien de parte del gobierno estatal se me acercó para que le firmara la recepción de la obra. Obviamente que no lo hice, ¿cómo iba a firmar una obra no concluida a la que no nos permitieron supervisar? La población está molesta porque les colocaron medidores, pagan más por un  servicio con fugas”, acusa.

 

 

En Ixtaltepec, las obras del  programa MAS Oaxaca fueron mal hechas. “Eran los tiempos en que dirigieron la CEA Benjamín Fernández y Héctor Pablo Ramírez, dos de los personajes más corruptos de la administración por terminar, denuncia el exedil Óscar Toral Ríos.

Dicho programa fue rechazado en el municipio de Santo Domingo Zanatepec en el trienio pasado. La población se organizó, realizó consultas y no aceptó el proyecto, recuerda el exregidor de Rastros y Panteones, Rubén Escobar. “El pueblo rechazó la ejecución de esas obras, a pesar de las fuertes presiones que llegaron”, expresa.

La CEA, rememora el exregidor, insistió en convencer de las bondades del programa al presumir la construcción de un nuevo tanque elevado, el cambio de seis kilómetros de tubería y la instalación de medidores en domicilios. La movilización se impuso y la obra no pasó.

 

En Zanatepec, comenta, la gente se extraña porque en Oaxaca dicen que esa obra se pagó. “¿Cómo se pudo pagar si no se ejecutó? Sabemos  que en varios municipios del Istmo dejaron los trabajos inconclusos y que en El Espinal, donde no tenían medidores, ahora la gente paga más. Aquí no dejamos pasar la corrupción”, dice.

Consultado por EL UNIVERSAL, Jorge Villacaña, titular de CEA, dijo que desconoce del tema al ser obras que no se realizaron durante su gestión, pero aseguró que sus antecesores son los únicos responsables de las observaciones detectadas en auditorías o por órganos de fiscalización.