Al no existir ningún cuerpo policial ni militar, aseguró que los habitantes de esta comunidad viven en un estado de zozobra y miedo por el temor de que sean agredidos.
El Cedhapi reconoció la ayuda humanitaria brindada por la Segego, pero sostuvo que no es suficiente porque son más de 70 familias de la comunidad de Guerrero Grande que se les quemaron sus casas, algunas de las cuales están viviendo en la iglesia de la comunidad de Guerrero Grande.
“Cabe referir que los habitantes de Ndoyonuyuji que se encuentran en el refugio del INPI están efectuando diversas actividades, como son bordado, pintura y tallado de madera”, informó.
Para la organización, el reconocimiento por parte de la Segego de que existe desplazamiento forzado interno de habitantes de las agencias municipales de Ndoyonuyuji, Mier y Terán y Guerrero Grande, conlleva a cumplir con una verdadera ayuda humanitaria como lo disponen los estándares internacionales en materia de desplazamiento forzado interno de personas.
Es decir, que debe de ser, alimentación, salud, educación, y sobre todo protegiendo los derechos de los niños, niñas y mujeres.
También confirmó que hasta la fecha han retornado 75 familias de la agencia de Guerrero Grande; pero apuntó que fue en forma provisional para ir a buscar a sus animales que se perdieron durante la agresión armada.
Y no pueden retornar a sus hogares porque no tienen a donde llegar, ya que sus casas fueron totalmente calcinadas.
“Por lo tanto estas familias se encuentran viviendo en forma inhumana en la iglesia de la comunidad de Guerrero Grande sin servicio de agua potable, alimentación, existiendo un gran número de niños, niñas y ancianos”.