“Aunque la Feria Internacional del Mezcal la iniciamos los matatlecos, ya es un evento posicionado, del gobierno del estado, esta es una alternativa para muchísimos productores que no tienen marca y en un futuro también se planea invitar a otras comunidades mezcaleras”, explicó Félix Hernández Monterrosa, maestro de la marca Cuish, pionera en la difusión de la cultura del mezcal de agaves silvestres en la ciudad de Oaxaca.
Para Hernández Monterrosa, este evento no se trató de una simple feria con puestos de venta, pues la idea fundamental era que las y los visitantes conocieran directamente a los maestros mezcaleros que producen de manera artesanal aún sin tener una marca.
“Estamos trabajando para que Matatlán no sea sólo mezcal, que sea gastronomía, que sea arte y también sitio arqueológico”, añade el maestro mezcalero Rolando Monterrosa.
El 90% de esta comunidad se dedica a la siembra de maguey y a la producción del mezcal; mientras que hay 220 maestras y maestros mezcaleros censados, explican los organizadores, por eso tiene relevancia que esta Gran Fiesta se haya realizado por acuerdo de la Asamblea Comunitaria, durante las festividades en honor de Santiago Apóstol, santo patrón de Matatlán.
Además, los 50 productores que acudieron a la feria tienen la característica de que producen mezcal de manera artesanal, en un proceso que se ha hecho por décadas sin deforestar la tierra, ya que cuentan con un terreno propicio, pues se trata de una zona semidesértica en la que el cultivo de agave se ha convertido en una opción para la economía local.
Tanto Rito Salinas como los maestros mezcaleros coinciden en que el gran empuje de esta feria se debió en gran parte a una nueva generación de jóvenes mezcaleros matatlecos, quienes con su talento e iniciativa buscan visibilizar a Matatlán y volver a ponerlo en el mapa.
“Yo creo que va a haber más participación de otros compañeros, que los mismos habitantes tienen derecho a contar su propia historia, la historia verdadera del mezcal, no cuentos chinos, eso es lo más rescatable de esta feria: contar nuestra propia historia y el derecho a organizarnos”, concluyó Félix Hernández.