En la cabecera municipal de San Pedro Tapanatepec, donde viven unas 7 mil personas, “llegaron momentos de 2022 y 2023 en los que la población migrante nos rebasó y colapsó los servicios y el comercio”, recordó el presidente municipal, Humberto Parrazales.
Entre las afectaciones sociales, indicó, está la acumulación de basura, los pleitos que protagonizan por el uso de la electricidad para cargar sus celulares y robos entre ellos, además del gasto para la compra de agua, personal de limpieza y renta de baño móviles, añadió.
El predio donde siempre llegan las caravanas no es propiedad del gobierno municipal, es propiedad del ejido y hay que pagarles a los ejidatarios, una vez que los migrantes se van, hay que pagar para que se limpie el lugar, hay que comprarles agua y rentar baños, indicó.
Por esa razón, con la información proporcionada por las autoridades migratorias y del gobierno de Oaxaca, cuando coordinaban sus acciones en materia migratoria, las caravanas llegaban directamente al poblado La Venta, que pertenece al municipio juchiteco.
En varias ocasiones, reveló, la población detuvo a unos migrantes y los llevaron detenidos a la oficina municipal, en medio de la molestia de otros ciudadanos que pretendían hacer justicia por propia mano y eso sería terrible. Por eso, se les negó la entrada.
Las autoridades municipales de la zona oriente, conocida como “el corredor migrante” han sido informadas de la llegada para este fin de semana, de una nueva caravana llamada “Cristo Vive”, cuya avanzada de casi mil extranjeros llegaron hoy a Santo Domingo Zanatepec.
De acuerdo con uno de los promotores, el activista Luis Rey García Villagrán, la caravana que podría aglutinar hasta 3 mil migrantes ingresará el fin de semana a la ciudad de Juchitán, donde definirá qué ruta abordarán para dirigirse a la Ciudad de México, si por Oaxaca o Veracruz.