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Tlaxiaco. – “Las niñeces tienen derecho a que se les escuche y se les respete, y nosotros los adultos, tenemos el deber de protegerlos, de defender la vida para que ellos puedan tener infancia libre de violencia”, enfatizaron las familias desplazadas a cuatro años de huir de la violencia en el municipio de San Esteban Atatlahuca.
Con una manifestación en las calles de la ciudad de Tlaxiaco, familias víctimas del desplazamiento forzado en San Esteban Atatlahuca, marcharon para exigir justicia a cuatro años de huir de sus comunidades por la violencia, como la quema de casas, agresiones, amenazas y desapariciones. “Seguimos alzando la voz por la verdad, la justicia y la reparación integral”, señalaron.
Este 21, 22 y 23 de octubre se cumplen cuatro años de que, más de 100 personas de Guerrero Grande, Mier y Terán, y Ndoyonoyuji del municipio de San Esteban Atatlahuca, huyeron de la violencia en sus comunidades. Afirman que el gobierno sigue sin reparar los daños de manera integral y de manera digna.
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Recordaron que, en estos días, pero del 2021, fueron asesinadas dos personas, desaparecidos, a la fecha no se sabe nada de cuatro personas, más de 100 viviendas fueron quemadas y desplazada más de 30 familias.
Dieron a conocer que, hasta la fecha, el gobierno del estado y federal, no ha garantizado la justicia ni la reparación del daño, tampoco han reconstruido las viviendas destruidas, menos se han ofrecido condiciones seguras para el retorno de las personas a sus comunidades de origen.
En el caso de Ndoyonuyuji, las familias aseguran que, a cuatro años de los hechos, el personal de la Fiscalía del Estado, no ha acudido a la comunidad para realizar las investigaciones correspondientes. En tanto que las familias de Guerrero Grande, poco a poco han podido regresar al pueblo, después de insistir a las autoridades.
El 21 de julio de 2022, fueron detenidos dos de los actores principales de los ataques, pero fueron liberados al día siguiente, en menos de 24 horas, mostrando una vez más la falta de compromiso del Estado con la justicia.
En este contexto de abandono por las autoridades, las familias víctimas de la violencia exigen cárcel para los responsables materiales e intelectuales de los hechos violentos; reparación integral de los daños, la reconstrucción de las viviendas quemadas hace cuatro años; restitución de tierras de los afectados; garantías reales para el retorno seguro y la protección a las familias.
“Que ningún niño y niña vuelva a dormir fuera de su casa por culpa de una guerra o de un desplazamiento, que ningún niño o niña vuelva a temer el sonido de un disparo, que ninguno tenga que aprender lo que es el desplazamiento antes que el juego. Nuestra lucha también es por ellos, por los niños que hoy viven lejos de su tierra, por lo que buscan justicia y para los que nacerán después, para que encuentren un mundo donde defender el bosque no signifique morir”, fueron las exigencias hacía las niñeces desplazados en 2021.
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