Juchitán, Oax.– Con cánticos en las calles rumbo a la iglesia San Vicente Ferrer, cientos de familias católicas juchitecas inician hoy las peregrinaciones en honor a la Virgen de Guadalupe, que se prolongará por 11 días.
La peregrinación es una tradición que llegó a Juchitán hace 72 años desde la ciudad de Acámbaro, con el éxodo de hombres y mujeres guanajuatenses atraídos por el movimiento ferrocarrilero de fines de los años 50, al norte de la ciudad.
Desde entonces, con la creación de la colonia “La Planta”, derivado de que en ese amplio espacio se instaló la planta impregnadora de aceite a los durmientes de madera que en aquellos años reforzaban las vías del tren, también nació la fe por La Guadalupana.
Las madres de familia, con sus hijos en brazos o de la mano, vestidos con ropas de “inditos” (los niños imitando el vestuario de Juan Diego, y las niñas con blusa blanca y faldas coloridas), acuden desde alguna iglesia de la zona y concluyen su peregrinación en el templo de San Vicente Ferrer.

Cuentan las abuelas, que, desde hace muchos años, una familia poblana llegó a Juchitán a vender los vestuarios, incluyendo huaraches, tilmas y collares multicolores, y esa tradición se replicó año con año, hasta la cuarta generación familiar.
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Doña Mónica está lista para llevar a su pequeño David, de 3 años de edad, quien representará a Juan Diego, como otros muchos niños más, y así, durante 11 días, previo al día que se celebra la fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe, otras familias participarán en las peregrinaciones.
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