Fuerte olor a amoniaco alarma a pobladores del Istmo, Oaxaca; piden a Pemex iniciar investigación
Cientos de pobladores de localidades de la zona norte del Istmo se alarmaron por presentar afectaciones a la salud, como irritación de ojos y garganta, junto con fuertes olores a hidrocarburo quemado
Juchitán.– Un fuerte y prolongado olor a hidrocarburo quemado preocupó anoche a cientos de pobladores de una docena de localidades de la zona norte del Istmo, quienes sintieron irritación de ojos y garganta, aunque no desalojaron sus viviendas.
Personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) informó escuetamente a las autoridades de la zona que, tras un recorrido por la ruta de los ductos que transportan crudo y amoniaco no detectaron ninguna fuga o derrame.
La alerta por el penetrante y desagradable olor comenzó poco después de las 8:00 de la noche y terminó cerca de la 1:00 de la mañana de este sábado, cuando la dirección del viento cambió y empezó a soplar de norte a sur.
En la comunidad de Chigola, cerca de la carretera Transístmica 185, y que pertenece al municipio de El Barrio de la Soledad, la gente se alarmó porque hace años hubo una fuga de amoniaco que causó la muerte de personas, recordó la enfermera, Guillermina Luría.
Personal de Protección Civil de la zona norte recorrió las inmediaciones, pero tampoco localizó el origen del fuerte olor, “como si estuvieran quemando derivados del petróleo, como si estuviera uno pasando cerca de la refinería”.
En el poblado de Paso Limón, que pertenece al municipio de Matías Romero, los habitantes como Eugenio Ángel Molina, señalaron que recibieron la visita del personal de Protección Civil municipal, pero que nadie les supo decir el tipo de emanaciones y su origen.
Desde el poblado Chivela, que pertenece a Asunción Ixtaltepec y hasta la comunidad de Donají, de Matías Romero, que se localiza 150 kilómetros al norte de Salina Cruz, donde opera la refinería “Antonio Dovalí Jaime”, el fuerte e irritante olor alarmó a las familias de la zona norte del Istmo.
Cabe destacar que desde hace años, el corredor Transístmico, desde Jaltipan de Morelos, Veracruz, hasta Salina Cruz, Oaxaca, ha registrado derrames de gasolinas, petróleo crudo y fuga de amoniaco, por donde pasan los ductos de Pemex.