Ganaderos del Istmo de Oaxaca se preparan para exportar a EU; les falta un rastro TIF

Actualmente, ante la falta de un rastro, el sacrificio de unos 60 bovinos por día en Juchitán se hace en los domicilios particulares de las personas que venden la carne en el mercado 5 de Septiembre

Ganaderos del Istmo de Oaxaca se preparan para exportar a EU; les falta un rastro TIF
Foto: Especial
Municipios 18/10/2021 09:12 Alberto López Oaxaca Actualizada 09:12

Juchitán de Zaragoza.— Con 750 mil cabezas de bovino, la mitad del hato de vacas, becerros y sementales que hay en Oaxaca, los ganaderos del Istmo de Tehuantepec, que hasta antes de la pandemia vendían anualmente 300 mil ejemplares en pie al norte del país, tienen un nuevo reto: quieren vender directamente al mercado estadounidense.

Para lograrlo, explica el presidente de la Unión Ganadera Regional del Istmo de Tehuantepec (Ugrit), Jorge López Guerra, se debe transitar del estatus actual de “zona de erradicación”, al de “zona libre”, y para alcanzar esa clasificación, necesariamente se debe contar con un Rastro Tipo Inspección Federal (R-TIF).

Actualmente, ante la falta de un rastro, el sacrificio de unos 60 bovinos por día en Juchitán se hace en los domicilios particulares de las personas que venden la carne en el mercado 5 de Septiembre. Así, la autoridad sanitaria no tiene condiciones para verificar el origen y la salud del animal y sin esa verificación no se puede exportar.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos  (USDA, por sus siglas en inglés), demanda la condición de “zona libre” y el sacrificio de los bovinos en rastros TIF, bajo la supervisión del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), señala López Guerra. 

La Ugrit ya trabaja en 34 municipios del Istmo para encaminarse a la “zona libre”.

Construir el rastro

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Un estudio elaborado por la Unión Ganadera, contempla una inversión de 39 millones de pesos para la construcción del rastro TIF sobre una superficie de una hectárea, y dos más para el acopio del bovino. El rastro estaría ubicado en la carretera Transístmica, entre Juchitán y La Ventosa y en él se podrán sacrificar hasta 100 cabezas en dos turnos de ocho horas, asegura López Guerra.

“Los ganaderos tenemos 7 millones de pesos destinados a la construcción del rastro, estamos en pláticas con el director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), Rafael Marín Mollinedo, para analizar las posibilidades de que nos apoyen con un financiamiento importante, que, sumado a la aportación del gobierno estatal, permita avanzar para el 2022”, expuso.

Pandemia  pega a la  ganadería

Antes de la pandemia por Covid-19, los ganaderos del Istmo vendían unos 300 mil bovinos al año, con ingresos estimados en 6 millones de pesos; sin embargo, con el cierre de restaurantes en Estados Unidos y el descenso en las compras por parte de criadores de becerros del norte del país, las ventas cayeron a 100 mil cabezas entre marzo del año pasado y el primer trimestre de 2021.

Los incrementos que se registraron en los precios de los insumos también incidieron en la caída de ingresos de los ganaderos. En el mercado regional, el precio de la tonelada de sorgo pasó de 5 mil pesos a 8 mil pesos. El mayor problema es que desde el año pasado empezó a escasear el grano en la región.

López Guerra explica que, a pesar de que la región istmeña es una zona sorguera, la producción del cereal ha caído por falta de apoyos gubernamentales y ahora deben comprar el sorgo en Tamaulipas, lo que significa pagar a casi 10 mil pesos la tonelada del grano.

Además, los ganaderos enfrentan el incremento del “fierro”. Se trata de los aumentos en el precio del tractor, que pasó de 700 mil a 900 mil pesos, y de los implementos agrícolas, como la surcadora, la sembradora o la desgranadora, cuyos precios subieron 30%.

Frente a esas dificultades, varios pequeños ganaderos han optado por reducir sus actividades en la venta de leche y queso en lo que se regulariza la producción del pasto y del sorgo, así como el retorno de la comercialización masiva al norte del país y con la posibilidad de exportar por cortes empaquetados al mercado estadounidense.

Mientras tanto, dice Jorge López Guerra, la Ugrit busca nuevos senderos de producción y convino con la Asociación Nacional de Criadores de Búfalos, que preside Ismael Coronel, la crianza de un primer paquete de 100 búfalas a 10 grupos de 10 mujeres del Istmo de Tehuantepec, quienes el pasado 15 de este mes recibieron los animales para su crianza.

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