“Luego de llevarse a cabo las labores asentadas en la carpeta de investigación 33875/FMIX/TLAXIACO/2021, el equipo multidisciplinario de la FGEO localizó restos humanos en la localidad de Mier y Terán, perteneciente al referido municipio, mismos que serán sometidos a estudios de genética forense para determinar la identidad de la víctima y las causas de su fallecimiento”, informó la dependencia en un comunicado.
Estas acciones de búsqueda se dan luego de que el Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió acciones urgentes a favor de cinco personas desaparecidas, cuatro de ellas durante los hechos violentos ocurridos en dos localidades de San Esteban Atatlahuca.
Se trata de Miguel Bautista Avendaño, Donato Bautista Avendaño, Marco Quiroz Riaño y Mayolo Quiroz Barrios, quienes desaparecieron en las localidades Guerrero Grande y Mier y Terán, ambas de San Esteban Atatlahuca.
Dentro de estas acciones también está incluida la activista Irma Galindo Barrios, originaria de este municipio de Oaxaca, quien fue vista por última vez en la Ciudad de México.
El Comité de la ONU exigió en estas acciones urgentes su búsqueda inmediata e investigación de su alegada desaparición forzada.
También establecer de inmediato una estrategia integral que incluya un plan de acción y un cronograma para la búsqueda exhaustiva de las personas desaparecidas y para la investigación exhaustiva e imparcial de su alegada desaparición, “tomando en cuenta el contexto en el cual ocurrieron las desapariciones”.
De igual manera, demandó al Estado mexicano asegurar que dicha estrategia sea evaluada periódicamente y cumpla con los requisitos de la debida diligencia para todas las etapas del proceso de búsqueda (incluyendo oficiosidad, inmediatez y exhaustividad de la investigación).
Con la localización de estos restos, suman cuatro los cuerpos que se han recuperado en dichas comunidades tras los ataques de octubre pasado, esto pese a que en un primer momento, funcionarios estatales aseguraron que los segundos ataques no habían dejado víctimas mortales, pues no se habían localizados los restos.
Ante ello, tanto Heliodoro Díaz Escárraga, entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), como Arturo Peimbert Calvo, el fiscal general, rechazaron que dicha agresión hubiera dejado personas asesinadas.